El conflicto sin final
«LOS ÚLTIMOS GONDRA» ★★★★★ Autor: Borja Ortiz de Gondra. Director: Josep Maria Mestres. Intérpretes: Y. Baglietto, A. Goenaga, S. Khalil, M. Marín, J. Notario, B. Ortiz de Gondra, José Tomé... Teatro Valle-Inclán, Madrid. Hasta el 21 de noviembre.
Lo mejor
►La capacidad de Mestres para jugar con el movimiento y la música
Lo peor
►La La obra resultará confusa a quien no haya visto las anteriores
Si la primera parte de la «Trilogía de los Gondra» ofrecía, por medio de acertadas analepsis, una visión muy panorámica, y asombrosamente clarificadora, del conflicto vasco, lo que la segunda parte reflejaba eran las huellas que ese conflicto había dejado en el presente. Ciertamente, los dos trabajos eran suficientemente completos y potentes para concluir con ellos la historia familiar. El intento ahora de «Los últimos Gondra» es desplazar el argumento hacia el futuro; pero, claro, ese futuro no lo podemos conocer; así que el autor ha tomado como punto de partida una suerte de fantasía onírica del protagonista que permite sostener todo el desarrollo de la trama. El recurso es ingenioso; el problema es que, sobre esa base, recargada ahora de simbolismo, la autoficción no puede seguir evolucionando a menos que eche mano, como finalmente hace, de lo cierto, de lo real; es de decir, del pasado. Y ese pasado, como decía antes, ya estaba perfectamente contado en las dos entregas anteriores. Como consecuencia, la obra resulta repetitiva en su conflicto dramático y carece de la autonomía que tenían las otras, lo cual no es óbice para que el espectador disfrute de una historia bien construida y bien contada, merced, entre otras cosas, a algunos buenos actores –Pepa Pedroche, Sonsoles Benedicto, Joaquín Notario o Antonio Medina– y a la eficaz dirección de Mestres, que vuelve conciliar muy bien en su puesta en escena la agilidad dramática y la sensibilidad poética.