La Razón (Cataluña)

China acapara el litio mundial por el control de las baterías eléctricas

► Stellantis y Samsung ya han establecid­o una alianza para asegurarse sus propios suministro­s

- Carlos de Miguel.

La siguiente guerra comercial que marcará el dominio del mercado automovilí­stico mundial se libra ya en la producción de baterías de litio. Para ello, China intenta acaparar las reservas de litio en el planeta, ya que su minería es incapaz de producir lo suficiente para abastecer la demanda interna de automóvile­s eléctricos. Frente a ello, algunos grupos automovilí­sticos están reaccionan­do para no quedarse desabastec­idos o sometidos a los precios que marque el gigante asiático.

La crisis de los microchips, que ha dejado paradas a buena parte de las factorías de los principale­s fabricante­s mundiales de automóvile­s, parece que ha hecho reaccionar a algunos directivos sobre los peligros de la falta de suministro en elementos esenciales para su construcci­ón. Y en el futuro, sin duda las baterías serán fundamenta­les dentro del desarrollo de los coches eléctricos. Consciente de ello, China, que no tiene reservas suficiente­s de litio dentro de sus fronteras, ha iniciado un programa de compra de litio en todo el mundo. Algo que ya ha hecho reaccionar a algunos fabricante­s.

Alarmas disparadas

Las alarmas saltaron cuando se supo que Zijin Mining había pagado unos 660 millones de euros por la compañía canadiense Neo Lithium. Un sobrepreci­o viendo los números de una empresa que por el momento daba números rojos. Pero Neo Lithium posee algunos de los mayores yacimiento­s de litio del mundo. Un mineral que, por otra parte, ha multiplica­do por cinco su valor durante el último año y que continuará subiendo ya que las reservas no son inagotable­s y la demanda de coches eléctricos continúa creciendo de manera constante, especialme­nte en los mercados asiáticos.

Para la producción de mayores cantidades de litio se estima que deben hacerse grandes inversione­s para sacarlo de las rocas y las salinas donde se encuentra, especialme­nte en países como Argentina, Chile o Australia. Desde hace años, China negocia con el primero de estos países acceder a sus reservas de petróleo y otros minerales, consciente de que el negocio de la movilidad será determinan­te en un futuro.

Los fabricante­s reaccionan

Para tratar de evitar un dominio chino en el mercado de las baterías, varios fabricante­s mundiales de primer nivel ya están planteando asegurarse el suministro por sus propios medios. El último ejemplo se produjo la semana pasada con el acuerdo entre el grupo Stellantis (la unión de PSA y FCA) y Samsung para formar una empresa conjunta que producirá celdas y módulos de baterías para Norteaméri­ca. La planta, cuya puesta en funcionami­ento está prevista para el año 2025, tendrá una capacidad de producción anual inicial de 23 gigavatios hora, con la posibilida­d de incrementa­rse en el futuro hasta 40 gigavatios hora.

Este grupo automovilí­stico tiene muy avanzado el proceso para asegurar la capacidad de producción anual de baterías para vehículos eléctricos, allanando el camino para conseguir que el 40% de sus ventas en Estados Unidos. sean de vehículos electrific­ados en el año 2030. Las fábricas de baterías cubren las necesidade­s de las plantas de montaje de Stellantis en Estados Unidos, Canadá y México para su instalació­n en la nueva generación de vehículos electrific­ados; tanto híbridos enchufable­s como vehículos 100% eléctricos, que se venderán bajo las diferentes marcas que posee esta unión.

Stellantis tiene previsto invertir más de 30.000 millones de euros hasta 2025 en la electrific­ación y desarrollo del software tanto para los coches eléctricos como para el coche autónomo.

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REUTERS China pretende controlar el mercado mundial de los cohes eléctricos

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