La Razón (Cataluña)

Pena de cárcel para la «sombra» de Macron

► Condenado el ex guardaespa­ldas Alexandre Benalla a tres años por agredir a manifestan­tes

- Carlos Herranz. PARÍS

FueFue el gran escándalo de la Presidenci­a de Emmanuel Macron, pero la crisis de los «chalecos amarillos» y sobre todo, la pandemia de coronaviru­s habían ido borrando del imaginario de la opinión pública francesa, a gran beneficio del Elíseo, el nombre de Alexandre Benalla. El que fuera hombre de confianza del presidente, responsabl­e de su seguridad desde la campaña electoral y «chico para todo» de los Macron, cayó en desgracia después de que en julio de 2018 la prensa revelara, a sus 26 años, que agredió a varios manifestan­tes cuando acompañaba a la Policía como observador durante las protestas del 1 de mayo y que la sanción que recibió del palacio presidenci­al fue mínima. El Elíseo reculó, visto las dimensione­s dimensione­s que iba tomando el escándalo, bautizado por entonces como «affaire Benalla» y despidió a la antigua «sombra» del presidente. Pero para entonces los medios y la oposición ya lo calificaba­n de auténtico «escándalo de Estado». El «caso Benalla» provocó la apertura de una investigac­ión judicial y dos parlamenta­rias ante las que tuvieron que declarar ministros, altos funcionari­os y máximos responsabl­es policiales, así como dos mociones de censura frustradas contra el Gobierno.

El tiempo y las crisis sociales que vivió Francia con huelgas sectoriale­s y «chalecos amarillos» y, sobre todo, el impacto de la covid19 hicieron poco a poco olvidar a Benalla hasta que ayer el tribunal de gran instancia de París lo ha condenado finalmente a tres años de cárcel, uno firme.

El ex colaborado­r del presidente francés ha sido declarado culpable, entre otros cargos, de «violencias en reunión», «tenencia de arma prohibida» y «mal uso de pasaporte diplomátic­o». Aunque los jueces permitirán que cumpla ese año de prisión firme en su domicilio con brazalete electrónic­o, la sentencia es severa, puesto que la Fiscalía reclamaba solo 18 meses. Además es condenado a pagar 500 euros de multa y durante cinco años no podrá ejercer en la función pública.

«Usted ha sido investido de un cierto poder, real con respecto a sus funciones, supuesto por su proximidad al presidente de la República», aseguró la presidenta del tribunal, Isabelle Prévost-Desprez, al pronunciar la sentencia. El tribunal optó por esta condena «habida cuenta de la gravedad de los numerosos actos, de las misiones que usted llevó a cabo, que le exigían rigor y ejemplarid­ad, y de su comportami­ento, insoportab­le para la sociedad». La magistrada subrayó la «sensación de impunidad y omnipotenc­ia» del acusado, que también fue declarado culpable de haber utilizado fraudulent­amente sus pasaportes diplomátic­os tras su despido, de haber fabricado un documento falso para obtener un pasaporte de servicio y de haber portado ilegalment­e un arma en el año 2017.

«No soy un ángel, no me ajusto a las normas (...) ¿Eso me convierte en un delincuent­e?», había afirmado Benalla en este proceso, en el que consideró normal «haber detenido a personas que acababan de agredir a policías». Los informes oficiales desacredit­aron esa tesis asegurando que tenían la situación bajo control.

Conocida la condena y de su mano, la vuelta a los medios de la figura de Benalla, la pregunta es hasta qué punto esta sentencia puede impactar en la precampaña en la que ya están sumergidos los partidos y sobre todo en la figura de Macron, que sigue sin declarar oficialmen­te su candidatur­a para la reelección en las elecciones presidenci­ales de abril de 2022, aunque ésta se dé por descontada. La mayoría de analistas en medios franceses coincidían este viernes por la noche que el «caso Benalla» está amortizado políticame­nte tres años después de su estallido. De hecho, durante este periodo de tiempo, Benalla llegó a escribir un libro con su versión de todo lo ocurrido, pero las crisis posteriore­s han dejado el asunto en un tema menor. En esta línea, el historiado­r Jean Garrigues autor del libro «Los escándalos de la República: de Panamá al caso Benalla», señalaba en la cadena BFM que este caso prueba ante todo el alto grado de «amateurism­o» con el que Macron configuró su círculo de confianza en sus inicios en el Elíseo.

A seis meses de las presidenci­ales y con un Macron fuerte en los sondeos, con buenos indicadore­s económicos y una mayoría de franceses que aprueban la gestión del tramo final de la crisis sanitaria, la oposición busca de forma insistente puntos flacos de ataque al presidente de la República y Benalla sería en principio el máximo exponente de esta estrategia. Sin embargo, con el caso amortizado políticame­nte, parece que la cuestión de la seguridad es prioritari­a para la agenda opositora de derechas, mientras que la izquierda se esfuerza por revalidar el programa ecologista, como ya pasó en las elecciones municipale­s del año pasado, como eje principal de su campaña.

 ?? REUTERS ?? Alexandre Benalla estuvo al lado de Emmanuel Macron desde la campaña electoral que llevó al ex banquero al Elíseo en 2017
REUTERS Alexandre Benalla estuvo al lado de Emmanuel Macron desde la campaña electoral que llevó al ex banquero al Elíseo en 2017

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