«América Latina amanecerá con una dictadura más el 8-N»
Denuncia cómo ahora las dictaduras en la región se forjan a plena luz del día
Sin rodeos, Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica (201014), habla sobre el deterioro de las democracias en el mundo y la «farsa electoral» para que el régimen de Ortega-Murillo se perpetúe en el poder. Miembro del Club de Madrid y muy activa en todo tipo de foros internacionales –el próximo en la Cumbre de la Democracia de Biden–, a la primera presidenta de Costa Rica le ha dolido «que algunas democracias de nuestra región, no han actuado con contundencia» respecto a la deriva autoritaria en Nicaragua.
Hoy se celebran elecciones en Nicaragua, con una cuarentena de opositores detenidos, ¿qué valor tendrán los resultados?
Absolutamente espurios. Esto no es un proceso electoral, esto es una farsa que está montando un régimen quede previo eliminó cualquier condición mínima para haberhablado de democracias justas, competitivas y observadas. Ha sido muy evidente que todo aquel que se pronunció sobre el interés de ser candidato fue inmediatamente neutralizado, desapareciéndolo o encarcelándolo. Sin tener defensa, garantías procesales, ni siquiera de visitas de familiares y amigos. El régimen ha venido concentrando poderes, ha cooptado las autoridades electorales, ha expulsado a los medios independientes... Vamos es a una farsa a partir de la cual él quiere perpetuarse en el poder. El 8 de noviembre, América Latina va a amanecer con una dictadura más y al mejor estilo de Corea del Norte. Porque al mismo tiempo que tomaba todas estas medidas, ha venido también desplegando el poder del Ejército en la calle. Va a ser un capítulo muy triste.
La OEA, la UE no van a reconocer los resultados pero, ¿cómo se puede frenar a Ortega?
Ya no hay nada que hacer para evitar que este fraude acontezca. Este proceso viene de 2008 cuando por primera vez, precisamente la UE, denunció fraude en procesos electorales locales. En el caso de Nicaragua se ve la nueva modalidad de deterioro democrático en América Latina. Es un proceso gradual frente al cual estamos al descubierto, ya que todos los mecanismos que diseñamos en el pasado eran para responder a cambios súbitos en el ejercicio de poder, a golpes de Estado, a asonadas militares... Aquí se hace a cámara lenta, a plena luz del día, a pesar de las condenas del Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, de la OEA... Queda en evidencia que no basta con los mecanismos mecanismos regionales que tenemos para evitar el deterioro democrático. Nicaragua es el claro ejemplo. Esto no significa que tengamos que cruzarnos de brazos y dejar que Ortega siga en el poder. No. Lo que urge ahora es hacer ver a la comunidad internacional que no hay condiciones. El mismo día, volver a reiterar el desconocimiento de los resultados y, en consecuencia, la ilegitimidad de Ortega para acomodar la estrategia diplomática y de sanciones que permita abrir espacios a la negociación.
Hay líderes que miran a otro lado o incluso apoyan a Ortega...
No hay duda de que se viene forjando una alianza de autócratas en el mundo y se ayudan entre ellos. El hecho de que Rusia esté abiertamente ayudando militarmente y en otros frentes a Nicaragua, o que Irán lo haga no sorprende. Lo que nos ha dolido son algunas democracias de nuestra región, que no han actuado con la contundencia que deberían haberlo hecho y se mantuvieron neutrales.
¿Qué países?
Guatemala, Honduras, Argentina, Venezuela, por supuesto, Bolivia, México y un par de naciones del Caribe.