Junqueras endurece el tono con JxCat y sitúa a la CUP como prioridad
El líder republicano rescata el pasado de corrupción de los posconvergentes y se aleja del PSC en un acto con las bases en Barcelona sobre el futuro estratégico de Esquerra
Oriol Junqueras llegó a la presidencia de Esquerra en septiembre de 2011. Ahora, 10 años después, reivindica su balance al frente del partido republicano: resalta que durante este lapso de tiempo se ha conseguido que el independentismo pase de tener una fuerza marginal a convertirse en mayoría en el Parlament y ha devuelto a unas siglas históricas a la presidencia de la Generalitat. «Alguna cosa hemos tenido que ver en que el independentismo pase de 10 diputados a ser mayoría», subrayó ayer Junqueras, en un momento en que su partido sufre el linchamiento de los sectores del separatismo más radical por haber pisado el freno a la ruptura con España, y amagó con deshacerse de sus alianzas con JxCat en un futuro no muy lejano.
Junqueras y Marta Rovira celebraron su década al frente de Esquerra en un acto con la militancia celebrado en la icónica Llotja de Mar, edificio construido originariamente en el siglo XIV y remodelado en siglos posteriores, símbolo de la histórica fortaleza comercial catalana. Ambos dirigentes protagonizaron un acto que se desarrolló como una conversación que abordó diversos temas de gran relevancia (tanto políticos, como económicos o sociales) y dieron también algunas claves del rumbo que quieren que tome el partido que está en pleno proceso de actualización de su hoja de ruta (en primavera celebrará un Conferencia para trazar su nueva estrategia).
En este sentido, dos cuestiones destacaron por encima del resto. Por un lado, estuvo la apuesta firme por la mesa de negociación, que consideran como un paso imprescindible para la independencia y que pone «en contradicción» al Estado porque le obliga a posicionarse en Cataluña. «La mesa de negociación nos acerca al objetivo final», dijo Rovira, y Junqueras reivindicó que Esquerra nació proclamando la independencia hace 90 años, en alusión a Francesc Macià: en este sentido, se acogieron a unas palabras del propio Macià tras proclamar la independencia en 1931 en la que reivindicaba que el camino tenía que ser el «más amplio, plural y diverso» posible. Es decir, el camino que han tomado ahora Junqueras y Rovira.
Los republicanos insistieron en que ahora es momento de «tejer complicidades y alianzas» para ampliar el consenso en torno al referéndum y poder así ejercer el derecho de autodeterminación. «Nuestro instrumento tampoco ha cambiado nunca. Es el referéndum, es un instrumento democrático que permite un debate democrático», defendió Rovira. Ambos evitaron aludir en todo momento a la unilateralidad.
Por otro lado, también usaron las divergencias con sus socios de JxCat en torno a la ampliación del Aeropuerto de El Prat para avisar sobre un posible cambio de alianzas en un horizonte cercano. Junqueras equiparó la reforma de la infraestructura con la «especulación inmobiliario» que, a su juicio, es el modelo de la sociovergència, en referencia a JxCat y PSC, partidos que han gobernado Cataluña entre 1980 y 2021 y han impulsado y defendido la ampliación de El Prat. Junqueras evitó citar a ninguno de los dos partidos explícitamente, pero sí se refirió directamente a la CUP como futuro aliado estratégico. Es decir, ha contrapuesto a JxCat con la CUP: «El modelo sociovergente es caduco y ha allanado el camino a la corrupción. Debemos aliarnos con aquellos con quien compartimos la defensa de un modelo alternativo», afirmó Junqueras.
Según sostuvo Rovira, los anticapitalistas tienen que convertirse en el socio preferente porque luchan contra los «intereses elitistas». Con este nuevo dardo en un acto de máxima relevancia interna porque era ante las bases y servía para trazar las líneas estratégicas, la dirección de Esquerra da un paso más en su intento por deshacerse de JxCat y por tratar de que el mensaje vaya calando entre una militancia que tiene que volver a movilizarse en menos de dos años para preparar la importante cita de las municipales. Pere Aragonès ya intentó desengancharse de los posconvergentes en la investidura y planteó gobernar en solitario, pero no pudo.
ERC usa el aeropuerto de El Prat para contraponer su modelo con JxCat y PSC