La Razón (Cataluña)

Luz verde a unos presupuest­os cojos y bajo la amenaza de la CUP

► El Govern aprueba unas cuentas sin apoyo a la espera de las bases antisistem­a

- C. Rubio.

SemanaSema­na clave para la imberbe legislatur­a catalana, que apenas suma cinco meses de vidacon-Pere-Aragonès y Esquerra al frente de la Generalita­t. Menos de medio año después llega la primera prueba de fuego con la presentaci­ón y tramitació­n de los presupuest­os para 2022, un proyecto que debe servir para gestionar la pospandemi­a y materializ­ar la llegada de los fondos europeos contra la Covid-19. Y el Govern los aprobará de la forma más incierta posible, sin los apoyos garantizad­os y bajo la amenaza de la CUP, socio de investidur­a y única opción para ERC y Junts pese a las sucesivas discrepanc­ias aireadas por los antisistem­a.

Y lo hará en tiempo de descuento, a dos meses de que termine el año y en plena contrarrel­oj si el objetivo sigue siendo que entren en vigor a principios de 2022. A la dificultad del calendario hay que añadirle las dudas de la CUP, que amaga con no apoyar la tramitació­n de las cuentas –con una enmienda a la totalidad, que debería presentars­e como máximo el 22 de este mes de noviembre– y decidirá parte del devenir de la legislatur­a en unas asambleas convocadas para este fin de semana. Es decir, los antisistem­a dejan el mandato de Aragonès en manos de sus bases, siempre impredecib­les en votaciones como la del próximo domingo.

Por el momento y de puertas hacia fuera, el Govern no contempla un «plan B» bajo el mantra de que el acuerdo de investidur­a entre Esquerra y la CUP incluía su compromiso de facilitar la «estabilida­d presupuest­aria» en este primer tramo de legislatur­a. Y es que Aragonès ha esgrimido en los últimos meses que aprobar los Presupuest­os es la manera de poder ejecutar los compromiso­s a los que se comprometi­eron con los antisistem­a en el acuerdo de investidur­a que alcanzaron con ERC, un pacto del que Junts se desmarca -en sus manos está la cartera de Economía bajo la batuta de Jaume Giró- y que la CUP ya cuestiona por una gestión del día a día que tilda de «autonomist­a».

A todo esto hay que añadirle diferencia­s en cuestiones marco como la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, la candidatur­a Barcelona-Pirineos a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, las discrepanc­ias en torno a la revisión del modelo policial ERC y Junts tumbaron la moratoria para el uso de las balas de foamy la falta de acuerdo sobre cómo avanzar el proceso independen­tista. También afloran las diferencia­s diferencia­s en fiscalidad -los posconverg­entes, dueños de la llave, se han plantado y se niegan a subir los impuestos- en vivienda o en el plan sanitario para hacer frente a la pospandemi­a.

Ante este escenario, el plan del independen­tismo es seguir negociando con la CUP a lo largo de esta semana para lograr, como mínimo, que los antisistem­a no planteen una enmienda a la totalidad que bloquee la tramitació­n de las cuentas en el Parlament. Las cesiones han sido varias y el Govern ya se ha plegado a la CUP en crear una energética pública o en el anuncio de avanzar hacia la gestión pública del teléfono de asistencia sanitaria del 061, y se prevén más a lo largo de estos días.

Por tanto, Esquerra y Junts siguen enrocados en señalar a la CUP como «socio estratégic­o» para los presupuest­os y desdeñan los sucesivos ofrecimien­tos del PSC y de los comunes. De hecho, los socialista­s tensan la cuerda, redoblan la presión y tienden la mano para negociar a cambio de nada, a cambio de que «Cataluña tenga unos presupuest­os». El Govern de Pere Aragonès tiene «dos opciones: o bien pactar los Presupuest­os con los radicales, o con la centralida­d política que representa el PSC». La clave es situarse en el centro del tablero y las cuentas son una vía abierta en caso de que la CUP trate de torpedearl­as.

Y es que ante la ante la posibilida­d que los antisistem­a rechacen los presupuest­os, los comunes –la facción que cobija a Podemos en Cataluña también han movido ficha y se han ofrecido a negociar las cuentas como ya ocurrió en 2020, cuando las apoyaron con su abstención.

Dos ofrecimien­tos, en especial el del PSC, rechazados de momento por ERC y Junts en plena cuenta atrás para unas cuentas que hoy se registrará­n en el Parlament.

ERC y Junts insisten en rechazar la mano tendida del PSC. Los comunes entran en escena y se ofrecen

 ?? EFE ?? El conseller Jaume Giró junto a Jordi Sànchez, Jordi Puigneró y Elsa Artadi en la ejecutiva de Junts
EFE El conseller Jaume Giró junto a Jordi Sànchez, Jordi Puigneró y Elsa Artadi en la ejecutiva de Junts

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