«Siento vergüenza ajena de que hable así de su país»
Pedro Sánchez Presidente del Gobierno
SeñorSeñor presidente, con todo el respeto, ayer, en el Parlamento, cuando increpó al líder de la oposición, Pablo Casado, recordé una vieja conseja de mis mayores, aquella que decía que «la venganza se sirve en plato frío». Que recuerde, la expresión «he sentido vergüenza ajena» se la espetó Pablo Casado en dos ocasiones. La primera, en diciembre de 2018, cuando usted se reunió en el palacio de Pedralbes con el ex presidente de la Generalitat, Quim Torra, en un remedo de encuentro bilateral. La segunda, a costa del malhadado saludo en el pasillo con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Así, que ayer el líder popular tuvo su ración, y por partida quíntuple, de vergüenza ajena. Pero, si me lo permite, hay una diferencia de fondo que no deberíamos pasar por alto. Los casos de vergüenza ajena de don Pablo Casado están perfectamente documentados. Es decir, más allá de las sensaciones que hayan podido producir, es cierto que usted se reunió con Quim Torra y es cierto que se produjo un equívoco desafortunado en aquel pasillo con Joe Biden. Sin embargo, hemos de creer en su palabra cuando dice que los líderes del Partido Popular Europeo le cuentan confidencias sobre sus reuniones con Casado. Convendría, en aras a la credibilidad de quien acusa a otro español de ir contra su país, de desprestigiarlo en el exterior, que es una de las peores acusaciones que se pueden hacer, que facilitara usted los nombres de esos representantes populares europeos que le cuentan a usted las cosas que dice que dicen que dice Casado.