Cómo evitar que un apellido español de 300 años se extinga
► El Tribunal Supremo reconoce que el de Vacelar es un «bien a proteger»
Un abogado asturiano, afincado en Madrid, logró que el Tribunal Supremo se pronunciara sobre un cambio de apellidos; en concreto para salvar un apellido español, el de «Vacelar», al considerarlo en su sentencia 629/2021 como un «bien a proteger». Con ello, Miguel Ángel Rodríguez Vacelar, socio director de Vacelar Abogados y director académico del Centro de Estudios e Investigaciones Jurídicas (CEIJ), inició una batalla en los tribunales que ha durado seis años de litigio donde se reconoce el derecho de su hija, de seis años, a poder llevar como primer apellido Rodríguez-Vacelar, Rodríguez-Vacelar, es decir; los dos apellidos del padre unidos en uno solo con el fin de que no se extinguiera el de su madre, ya que, según ratificó el Supremo, constituye un legado de 300 años de antigüedad del que, además, solo quedan 9 personas que lo ostentan a día de hoy como primer apellido y once como segundo.
Pero, ¿cómo se consigue proteger un apellido español? Será el INE el primero lugar al que consultar para comprobar cuántas personas en España tienen ese apellido y el número de personas que lo ostentan como primero y segundo, siendo especialmente relevante el primer dato, puesto que son los que tienen capacidad de transmitirlo. transmitirlo. Si este número es inferior a 300 personas, considera el letrado que recurrió ante el Tribunal Supremo «hay posibilidades» de litigar por ello.
La realidad es que no existe ningún «dato objetivo» en la jurisprudencia que avale qué número es el que se considera «apto» a los efectos de considerarlo en peligro de extinción, por lo que ése es un dato que queda a juicio del juzgador o de la Dirección General de Registros y Notariado en su caso, pero no se tiene que entender «el peligro de desaparición» en abstracto con una especie de riesgo de «extinción inmediata» como pudo ser el caso enjuiciado, donde solo había 9 personas con capacidad de transmitir el apellido objeto de estudio.
Tras una primera indagación, habrá que solicitar al INE un certificado que acredite los números antedichos. Esto será necesario para dar fe de que, además de escasez, el apellido es español. Para ello será necesario aportar un dossier de certificados de nacimiento de los antepasados en la línea del apellido a salvar, intentando llegar lo más atrás en el tiempo posible. «Es un trabajo muy laborioso», reconoce Rodríguez Vacelar quien, en su caso, lo encargó a una empresa y asegura que no le parecieron unos costes excesivos. «Con llegar a unos 120 años atrás sería suficiente, unas 4 o 5 generaciones» en el tiempo. En el caso del apellido Vacelar se remonta más atrás de la creación del Registro Civil en 1871, por lo que hubo que recurrir a los registros canónicos de bautismo, aunque reconoce que esta «fue una decisión más personal que necesaria a los efectos jurídicos».
Existe otra opción mucho más sencilla, rápida y menos costosa: en caso de que el apellido a salvaguardar lo ostente la persona en segundo lugar, invertirlo en el orden de sus apellidos con el cambio que conlleva en toda la documentación vital de una persona. Eso sí, no se pueden unir apellidos paternos con maternos, de manera que si uno quiere salvar un apellido que se ostenta en segundo lugar o se invierte o hay que optar por unirlos pero solo se podría en este caso el cambio en los descendientes.
El «peligro de desaparición» consolida el valor y la protección para ciertos apellidos