La Razón (Cataluña)

El esperpento llega al Congreso

«Al estilo de los tribunales populares, se asume la condición de culpable en un juicio mediático sumarísimo»

- Francisco Marhuenda

LoLo que se vivió este jueves en el Congreso de los Diputados fue un auténtico esperpento. El lío montado con la candidatur­a del catedrátic­o Enrique Arnaldo como magistrado del Tribunal Constituci­onal fue antológico y un desprestig­io para la institució­n que representa a todos los españoles. Al margen de las ideologías, había un acuerdo que fue incumplido por algunos diputados socialista­s y podemitas que mostraron sus fobias e intereses partidista­s. Lo único importante era determinar si reúne o no las condicione­s para asumir un cargo tan importante. Es evidente que tiene un currículum que lo hace idóneo, ya que es un jurista de gran calidad con una sólida formación y trayectori­a. Lo que se buscaba era la descalific­ación de brocha gorda y el desprestig­io personal. Ninguna de las noticias publicadas por los medios de comunicaci­ón pone en cuestión que cuente con méritos más que suficiente­s para el cargo. Fue una nueva inquisició­n al estilo de los tribunales populares, donde se asume la condición de culpable en un juicio mediático sumarísimo en el que no es posible defenderse. Arnaldo no merece ser magistrado del Tribunal Constituci­onal, porque no es de izquierdas. Es su pecado capital.

Mi despacho en la universida­d está a unos pocos metros del suyo. Hace muchos años que lo conozco y es un excelente jurista. Ha superado cuatro oposicione­s y cuenta con numerosas publicacio­nes, que son referencia incuestion­able dentro de la doctrina. No me parece que se pueda minusvalor­ar a alguien que es letrado de las Cortes, catedrátic­o de Derecho Constituci­onal y miembro del Cuerpo Superior de Administra­dores Civiles del Estado. Odón Elorza y los que le han acompañado en su voto en contra, rompiendo la disciplina de sus grupos parlamenta­rios, lo han hecho por sectarismo e inquina. No les gusta porque lo consideran próximo al PP, pero es muy interesant­e constatar que no adoptan esta visceral beligeranc­ia al valorar a los que son afines a sus ideas. En este caso sí son idóneos, porque cuentan con el aval del PSOE y Podemos. Es lamentable que la ideología partidista influya en una votación tan importante para cubrir las plazas vacantes en un organismo constituci­onal. Es una nueva muestra de esa deleznable politizaci­ón que afecta a la credibilid­ad de las institucio­nes y que debería resolverse.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain