Interior retoma el acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas
► Autoriza cuatro nuevos traslados y son ya 77 los etarras derivados al País Vasco
Desde la AVT critican «la falta de escrúpulos del Gobierno de Pedro Sánchez» Los beneficiados siguen sin colaborar con la Justicia pese a que suman 111 delitos de sangre
El Gobierno decidió ayer retomar, después de más de un mes sin movimientos, los acercamientos de presos etarras al País Vasco, con cuatro nuevos internos beneficiados, tal y como informó la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), desde donde denunciaron «la falta de escrúpulos del Gobierno de Pedro Sánchez y la falta de empatía hacia las víctimas del terrorismo, que sigue sin cambiar». Con estos nuevos traslados de presos de ETA son ya 77 los acercamientos a prisiones vascas y 16 a cárceles de Navarra desde que Sánchez llegó a La Moncloa. Y la inmensa mayoría de ellos sigue sin colaborar con la Justicia para esclarecer los asesinatos de la banda terrorista.
El primero de los etarras que cambiarán de centro penitenciario es Santiago Aragón Iroz, quien irá desde el centro penitenciario de Logroño a la prisión de San Sebastián. En el año 2003 fue condenado a un total de 43 años de prisión por delitos de pertenencia a banda terrorista, depósito de armas, tenencia de explosivos y falsificación de documentos, además de por ser miembro del comando que en julio de 2001 asesinó al agente de la Ertzaina Mikel Uribe.
Por su parte, Juan Carlos Herrador Pouso será trasladado desde la prisión de El Dueso (Cantabria) a la cárcel de Bilbao. Herrador ingresó en la cárcel el 2 de abril de 2007 y tiene una condena de 19 años por colaboración con banda armada y depósito de armas.
A Bilbao también irán otros dos presos de ETA. Uno de ellos es Jesús Guinea Sagasti, quien aterrizará en el penal bilbaíno desde el centro penitenciario de León. La Audiencia Nacional le condenó a un total de 12 años de prisión por quemar un cajero automático el 15 de agosto de 1997 durante las fiestas de la localidad de Larrabetzu (Vizcaya).
El último de los reclusos de la banda acercado a este centro es Iker Lima Sagarna quien también lo hará desde la cárcel de León. Lima ingresó en prisión el 25 de noviembre de 2002 y cumple una condena de 25 años por los delitos de incendio, daños, lesiones y desórdenes públicos.
«Injusticia y humillación»
Ante estos nuevos acercamientos, desde la AVT criticaron el daño que se está haciendo a las víctimas: «Nuestras profesionales del Departamento psicosocial siguen detectando en las víctimas del terrorismo a las que les comunicamos estos acercamientos fuertes sentimientos de enfado, injusticia y humillación, tal y como reflejamos en nuestro informe». Y es que, añaden, también les preocupa que «estos acercamientos se están llevando a cabo para que los presos terroristas cumplan condena cerca de sus familiares», ante lo que preguntan: «¿Quién se preocupa de los derechos de las víctimas del terrorismo? ¿Quién se preocupa de que los presos que salen de la cárcel no sean homenajeados como héroes? ¿Quién se preocupa de que el relato que se está trasladando a la sociedad es que prevalecen los derechos de los presos sobre los de sus víctimas?».
«Hace poco más de un año que desde la AVT destapamos la estrategia orquestada por los abogados de los etarras que consistía en hacerles firmar cartas tipo de falso arrepentimiento. ¿Ha tenido alguna consecuencia? No. Se sigue acercando presos con delitos de sangre, a cárceles del País Vasco y sin colaborar con la Justicia», denuncian. Y es que aseguran que todos los etarras trasladados hasta la fecha tienen 111 delitos de sangre, que se corresponde con 97 presos con 296 víctimas en un total de 216 atentados terroristas.
Una situación ante la que aseguran van a tirar la toalla y avisan: «Esta falta de interés y empatía por las víctimas del terrorismo no va a resquebrajar nuestra voluntad de reclamar Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia».