La UE condena de nuevo a Polonia por socavar la Justicia
► El TJUE cree que los nombramientos no respetan las garantías de los magistrados
El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha vuelto a asestar un golpe a Polonia debido a su falta de independencia judicial. En este caso, la sentencia de ayer asegura que el derecho comunitario se opone a que el ministro de Justicia, que actúa como fiscal general, sea el que elija a los jueces que pueden quedar adscritos a comisiones de servicio especiales.
Según explica el tribunal, «el ministro de Justicia puede conferir a un juez una comisión de servicio para ejercer en un tribunal de lo penal de grado superior con arreglo a criterios que no se conocen oficialmente y sin que tal decisión pueda ser objeto de control judicial. Puede además revocar dicha comisión de servicio en cualquier momento sin que la revocación esté sujeta a criterios preestablecidos en Derecho y sin dar motivarse».
Aunque el alto tribunal reconoce que el consentimiento previo de los jueces «constituye una salvaguarda procedimental importante», también subraya «dudas en cuanto a la independencia» de los magistrados, ya que no existen criterios objetivos claros en la asignación de jueces ni en su revocación. Además, el doble papel del ministro de Justicia como fiscal general hace que éste disponga «en una determinada causa penal, de una potestad tanto sobre el fiscal ordinario como sobre los jueces jueces en comisión de servicio, lo que puede suscitar dudas legítimas en el ánimo de los justiciables en cuanto a la imparcialidad de dichos jueces en comisión de servicio».
De esta forma, el tribunal con sede en Luxemburgo concluye que estos magistrados «no disfrutan de las garantías y de la independencia de las que un juez debería disfrutar normalmente en un Estado de derecho».
Este es un episodio más en la guerra entra las instituciones europeas y Varsovia por lo que Bruselas considera una deriva autoritaria. El 27 de octubre, el alto tribunal europeo condenó a Polonia a una multa récord de un millón de euros diarios hasta que no desmantele la sala disciplinaria del Supremo, un organismo que, según Bruselas, socava la independencia judicial. En caso de que Polonia se declare en rebeldía, Bruselas descontará esta cantidad de los fondos europeos.