Títulos con suspensos y sin exámenes de recuperación
► Pasar de curso en la ESO dependerá de la opinión del equipo docente del centro a raíz de un nuevo decreto
La repetición será algo extraordinario: solo cuando fallen las medidas de refuerzo educativo
Alumnos y profesores se enfrentan a mitad de curso a un nuevo modelo de evaluación y promoción que llega vía Real Decreto y que fue aprobado ayer por el Consejo de Ministros para que se aplique desde hoy mismo.
La repetición será algo muy excepcional, los alumnos de 2º de Bachillerato podrán obtener el título e ir a la selectividad con un suspenso, se podrá titular la ESO con un número ilimitado de suspensos y desaparecen del panorama educativo las famosas repescas de junio o septiembre en la ESO. Es lo que la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, considera «un nuevo sistema de evaluación que impulsa la cultura escolar basada en la confianza, el trabajo colaborativo y la participación», dijo ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
En Primaria, la evaluación será «continua y global» y las decisiones sobre si un niño pasa o no de curso será adoptadas por los equipos docentes que tomarán una decisión de manera colegiada en 2º, 4º y 6º. En el resto de cursos, pasarán de forma automática.
En Secundaria, la decisión de pasar de curso no dependerá de las asignaturas suspensas, sino de lo que opine el equipo docente y de si el alumno está en condiciones de seguir con éxito el curso siguiente, una solución que ha generado mucha polémica porque se considera que produce una enorme desigualdad. Así, los profesores no tendrán un criterio objetivo claro por el que guiarse y podríamos encontrarnos con que un alumno pasa de curso con cinco asignaturas suspensas en un instituto y en otro no.
Además, al igual que en Primaria, la repetición será muy excepcional tras haber agotado todas las medidas extraordinarias de apoyo y refuerzo. La idea es acabar con los altos porcentajes de repetición que nos sitúan a la cabeza de Europa (un 30% de los estudiantes españoles de 15 años ha repetido al menos una vez de curso, y las tasas de abandono escolar en España se sitúan en el 16%, muy por encima del resto de países de su entorno).
En el caso del Bachillerato, se podrá pasar de primero a segundo con un máximo de dos suspensos y, en segundo, los alumnos tendrán que aprobar todas las asignaturas pero, excepcionalmente, podrán obtener el título con un suspenso si el alumno no ha faltado a clase, se ha presentado a los exámenes y la nota media del curso le da cinco. Para esta etapa educativa sí que se mantienen los exámenes extraordinarios, a diferencia de la ESO, una medida muy criticada por algunas comunidades autónomas y sindicatos educativos.
Las academias se ven especialmente perjudicadas por este decreto que consideran un «golpe mortal». «La educación va a sufrir porque de lo que se trata es de disminuir constantemente la exigencia y eso es una forma de penalizar la educación. Ahora, a las academias nos toca reinventarnos», asegura Antonio Barbeito, presidente de la Ascade.