El Madrid se pone serio
► Derrota con autoridad al ASVEL Villeurbanne, el equipo revelación de la Euroliga. Causeur y Tavares, determinantes
En otro tiempo la visita al ASVEL Villeurbanne era poco más que un trámite para un equipo de la dimensión del Madrid, pero la historia ha cambiado. Los franceses llegaban a la décima jornada con el mismo número de victorias que los blancos y en su pista sólo había ganado el Maccabi. Eso hasta el paso de una versión seria y consistente de los de Laso. La inspiración de Causeur (25 puntos con sólo dos fallos en el tiro) y la consistencia de Tavares (12 puntos, 10 rebotes y 2 tapones) impulsaron al Madrid.
Los problemas ofensivos del Madrid en dos de las tres derrotas sufridas en Europa llegaron en partidos –Olympiacos y UNICS Kazán– en los que anotó menos de 70 puntos. Por eso el arranque en Francia fue llamativo. No se habían alcanzado los cinco primeros minutos y los de Laso acumulaban 20 puntos sin fallo en el tiro. Entre Causeur, Yabusele y Tavares martillearon el aro galo en un arranque perfecto. El Madrid paliaba con su acierto los primeros avisos que enviaba Okobo. El base galo fue el encargado de sostener a los suyos en un primer cuarto explosivo. Se fue en solitario hasta los 16 puntos y fue el responsable de que el Villeurbanne no perdiera la cara en ningún momento ante un Madrid inspiradísimo. La carta de tiro de los blancos en el primer parcial reflejaba sólo tres errores, pero había un agujero negro. Eran las pérdidas. El Madrid había metido casi todo y sólo mandaba por nueve. Había regalado media docena de ataques que mantenían con vida al ASVEL Villeurbanne.
El equipo entrenado por TJ Parker, el hermano del legendario Tony Parker, está liderado por dos exteriores explosivos: Okobo y Chris Jones. El base estadounidense tomó el relevo en el segundo cuarto y el Madrid respondió cuidando más la pelota. Hanga se emparejó con Okobo y su producción desapareció. Los chicos de Laso siguieron atacando con criterio y Tavares no encontró nadie que le contestara por dentro. El gigante de Cabo Verde llegaba al partido después de recibir un recado de Laso por su descalificación ante el Fuenlabrada. La reprimenda tuvo efecto. Estuvo centradísimo, descansó sólo 13 segundos antes del descanso y el Madrid asentó una diferencia en torno a la decena de puntos.
Al Madrid los problemas le podían llegar por dos vías. Que Okobo y Jones se pusieran de acuerdo para entrar en racha a la vez o que el equipo de Laso se desordenara. La primera opción no cuajó para los franceses. Okobo reapareció sin la explosividad del primer cuarto y de Jones nunca más se supo. Sólo el empeñó en lanzar de tres sin criterio permitió a los franceses sentirse con alguna posibilidad. Cuando el Madrid buscaba a Tavares, lo encontraba y hacía mucho daño. Al pívot se sumó Causeur. El francés cuajó un partido soberbio en ataque. Con el Villeurbanne todavía confiado en pelear en el último cuarto, Causeur se inventó una canasta imposible para cerrar el tercer periodo. Se levantó desde nueve metros a una pierna, en el último segundo y anotó el triple contra tablero. Causeur no se quedó ahí. Sumó otros cinco puntos en el arranque del último parcial y el Madrid se escapó definitivamente (54-75). La revelación de la Euroliga buscó la reacción a la desesperada (70-78 a 3:46), pero se topó con un Madrid serio.