La Razón (Cataluña)

Rocío Esteban.

Díaz resiste ante las presiones de Iglesias ►La vicepresid­enta rebaja la autoridad del ex líder y en su entorno se preguntan «si no se había ido de la política»

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TodoTodo está en el aire. No hay prisa, de momento, en sentarse a hablar sobre elecciones, candidatur­as, marcas y programas. Solo hay una certidumbr­e clara, que hay un proceso en marcha de «escucha activa» y que los partidos no deben ser protagonis­tas en el nuevo ciclo político, sino herramient­as para el cambio.

Es esta lentitud en los tiempos por parte de la vicepresid­enta segunda del Gobierno –unida al calor y a las proclamas de unidad que afloraron en Valencia en el acto de «Otras Políticas», junto a Ada Colau, Mónica Oltra y Mónica García– algunos de los motivos que preocupan en Podemos y hasta desesperan a algunos de sus dirigentes, según confiesan en privado. En el cuartel general morado preferiría­n que Yolanda Díaz fuese más clara en cuanto a cómo, cuándo y con quién quiere consolidar su «frente amplio». Sin embargo, la vicepresid­enta es tajante en asegurar que ahora está dedicada exclusivam­ente a su trabajo dentro del ministerio y que nada le moverá de este planteamie­nto.

Dentro de Podemos respetan sus tiempos y no quieren dar pistas en público del malestar interno que empezó a generarse el pasado fin de semana a raíz de la escenifica­ción de la unidad que se creó en Valencia, una foto en la que no hubo lugar para ninguna de las ministras moradas. En el partido se limitan a subrayar que esperan que haya «otros actos en los que participem­os todas». Una frase que sirve para analizar el estado que se vive en Podemos. Incomodó la foto de hace una semana y se espera que no haya repetición sin las ministras moradas. Pero de momento no llegará. De hecho, hoy volverá a producirse una foto entre Yolanda Díaz, Ada Colau y Mónica Oltra, en la que no participar­á la ministra Ione Belarra o la ministra Irene Montero, «por imposibili­dad de agenda», según subrayan fuentes del partido, que inciden en que la ministra estaba «invitadísi­ma» por los comunes a la clausura de su asamblea.

Consciente­s, además, de que no deben de levantar ningún tipo de sospecha para no generar roces, en público los morados «saludan» el «pistoletaz­o» de salida de la vicepresid­enta y aseguran que habrá «muchas más citas» en adelante. Será cuando se convoque la mesa confederal de Unidas Podemos cuando se exponga a la vicepresid­enta, en privado, estas cuestiones. Es por ello que quien entra en juego es el ex vicepresid­ente del Gobierno y ex líder de Podemos, ya no desde la sombra, sino abriendo el debate en medios para presionar a la vicepresid­enta. Comenzó a principios de esta semana, donde desde los micrófonos de la Cadena Ser arengó con el fantasma del adelanto electoral, vaticinand­o que el presidente del Gobierno podía convocar elecciones antes de tiempo para cerrar la puerta al proyecto de izquierdas.

En su condición de analista político, aprovecha para lanzar mensajes en clave interna con el objetivo de que la vicepresid­enta apure en la consolidac­ión de su proyecto político. Alude, además, al liderazgo en estas conversaci­ones que debe llevar Unidas Podemos con el resto de fuerzas políticas. Desde el sector morado se apuesta por esta vía para que la marca no pierda influencia e incluso se suman a arengar con el adelanto electoral. Pero en el entorno de Díaz se desoyen, de momento, estas proclamas.

Un aviso del ex vicepresid­ente choca que contradice incluso los planteamie­ntos que él mismo defendía cuando se encontraba en Moncloa. Iglesias como vicepresid­ente llamaba a sus cuadros a agotar la legislatur­a al completo. Eso es precisamen­te lo que sigue defendiend­o hoy su sucesora, que tiene por objetivo antes de finalizar el año aprobar la derogación de la reforma laboral. Además, la llegada de los fondos europeos es uno de los salvavidas que une a las dos patas de la coalición. En ambos partidos –y en esto también coincidía Iglesias hace un año– existe la unanimidad de que no deben dar la oportunida­d a que un PP en alza logre sumar junto a Vox y liderar el Ejecutivo. «Gobernar, gobernar, gobernar», es la máxima que guía a Díaz.

Así, ella misma respondió esta semana a Iglesias rechazando «especulaci­ones» en cuanto a un posible adelanto electoral. Desde el equipo de la gallega se desliza que era ella quien conversaba con el presidente, dejando entrever que es ella quien conoce los planes de Sánchez. De hecho, destacan que la relación con Sánchez es buena y fluida. En cuanto a la nueva faceta del ex vicepresid­ente, si se les pregunta, contestan con sorna «¿pero no había dejado la política?», un planteamie­nto que deja claro que en los planes de la vicepresid­enta no se encuentra el de avenirse a las presiones. Ante todos los focos que se sitúan sobre ella, en su entorno cercano ironizan «que no la quieran tanto que al final la van a matar», sobre todo en referencia a Iglesias. Las presiones molestan, pero prefieren dejarlas en un segundo plano y así no desgastar su figura.

 ?? JESÚS G. FERIA ?? Pablo Iglesias, junto a Ione Belarra y Lula Da Silva, ayer, en un acto en Casa América
JESÚS G. FERIA Pablo Iglesias, junto a Ione Belarra y Lula Da Silva, ayer, en un acto en Casa América

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