Cómo arruinar un país

AlAl menos una buena parte del Gobierno tiene en Venezuela su modelo. Veamos en qué consiste. La Venezuela que precedió a la victoria de Chávez en diciembre de 1998, era un país libre. La prueba es que Chávez arrasó arrasó en las urnas. Hoy, nadie se cree los resultados regionales del domingo ni reconoce a su presidente, salvo Cuba, China, Rusia, Irán... Espectra, vaya.

Pero vayamos a los hechos numéricos. Chávez llegó al poder después de una década con el barril de crudo entre los 14 y los 25 dólares y vivió un «boom» nunca visto. Durante el sexenio 2003-2008 el coste del barril se cuadruplicó. Se rompieron todos los techos, hasta que en 2008 el precio rebasó por primera vez los 100 dólares por barril. A pesar de la caída desde agosto de 2008, los precios del petróleo, en promedio –y en términos reales–, sobrepasaron por primera vez su máximo valor histórico.

En lugar de cumplir sus promesas, la dependencia bolivariana del petróleo se agudizó, hasta representar más del 90% de las exportaciones. En 2013, cuando falleció Chávez, Venezuela ya había tirado por el desagüe más de una década de récords, pero como colocó a un sucesor que le hiciera bueno, desde la llegada de Maduro el PIB de Venezuela habrá perdido a cierre de 2021 el 83,5% de su tamaño, pasando de los 258.993 millones de dólares hasta 42.530.

Las previsiones muestran la debacle. El FMI calcula que, gracias al alza de los precios petroleros, el desplome del PIB venezolano «solo» alcanzará el 5% este año y el 3% en 2022. Será uno de los pocos países del mundo que decrezca. Otro éxito.

En resumen, Venezuela acabará el año con un PIB per cápita inferior al de Nicaragua y Haití pese a que nada en oro. En 2012, el PIB per cápita de Venezuela era de 11.993 dólares, hoy es de 1.627 dólares. Después de 47 meses de hiperinflación, imparable incluso después de tres reconversiones y de borrar 14 ceros de su moneda en 13 años, el 76,6% de la población vive con 1,2 dólares al día y ocho millones están parados.

España cuenta con el freno de la UE, pero no olvidemos que este es el guión de uno de los socios de Gobierno y que el gran mentor del inquilino de La Moncloa defiende con fervor al régimen de Maduro.