José Manuel Martín. Entre De Gea y Cristiano
► El portero detuvo al Villarreal cuando dominaba y Ronaldo aprovechó un regalo para sentenciar
Más de una hora de dominio no le bastó al Villarreal para derrotar al United y dejar la clasificación a octavos muy encarrilada. Los ingleses enseñaron el escudo y su carísima plantilla para llevarse un triunfo que no merecieron durante muchos minutos pero que casi consiguieron de manera sencilla cuando su rival se desmoronó. Los grandes de Europa tienen estas cosas aunque lleguen al encuentro en plena crisis y con un entrenador interino después del despido del principal. Carrick se sentó casi de casualidad en el banquillo, sin saber si será para unos días, unos meses o varias temporadas. Lo que sí sabía es que el United se jugaba mucho y que el Villarreal era peligroso.
Y lo demostraron los amarillos con mejor juego, mucha posesión y ocasiones clarísimas que hubieran sido gol de no estar inspiradísimo inspiradísimo De Gea. El guardameta sacó dos manos geniales ante Trigueros y paró todo lo que le llegó. El portero sostuvo a su equipo cuando más llovía para el United y al mismo tiempo detuvo literalmente a los castellonenses que ya no sabían cómo chutar para ponerse por delante en el marcador.
El empate podía no ser malo, pero los de Emery querían el premio gordo y sentían que lo podían conseguir ante un enemigo algo paralizado y que se había dejado en el banquillo dos balas de plata: Rashford y Bruno Fernandes.
Y cuando estos dos aparecieron por el césped todo empezó a desmoronarse para los locales. Su entrada en escena coincidió con un error imperdonable en una salida de balón entre Rulli y Capoué. El portero le dio un pase algo corto y el centrocampista no estuvo suficientemente intenso en la disputa. El resultado fue un rechace que le cayó a Cristiano, botando, irresistible para un cazagoles como él, que sólo tuvo que superar al guardameta con una vaselina.
A la basura todo el trabajo previo, porque Ronaldo nunca te perdona y mucho menos si se lo pones tan sencillo. El decorado cambió de repente y lo que había sido casi un suplicio para los ingleses fue una delicia, un partido fácil en el que al Villarreal ya no le quedaban ánimos para levantarse. La entrada de Chukwueze y Alberto Moreno no mejoró lo que había y prácticamente ya no supieron cómo amenazar a De Gea. El campo se inclinó hacia el área de Rulli y Bruno Fernandes tuvo el ecosistema perfecto para echarle en cara a Carrick su suplencia.
Desde la frontal dirigió las operaciones el portugués y él se encargó de dar la asistencia del segundo tanto a Jadon Sancho, que eligió La Cerámica para marcar su primer tanto con el United. La buena noticia llegó más tarde, con el empate del Atalanta, que le da algo de aire al Villarreal.