Francia excluye a Reino Unido de una cumbre migratoria
► Johnson irrita al Elíseo con su polémica misiva sobre las devoluciones
Macron: «No nos comunicamos entre líderes mediante tuits o cartas que hacemos públicas»
La indignación del Elíseo con Boris Johnson es más que palpable, después de que el «premier» británico publicara en Twitter el contenido de una carta dirigida a Emmanuel Macron sugiriendo que París se responsabilice de los migrantes que llegan a Inglaterra. Dicho texto que propone «un acuerdo bilateral de readmisión de todos los migrantes ilegales que crucen el canal» y señala que la UE ya cuenta con pactos similares con Rusia y Bielorrusia. Desde Roma, el mandatario francés criticó los métodos «poco serios» de Johnson, menos de 48 horas después de que se produjera en aguas del canal de la Mancha la peor tragedia desde 2018 con la muerte de 27 migrantes. «No nos comunicamos entre líderes sobre estos temas mediante tuits o cartas que hacemos públicas», zanjó.
Tras pedir el jueves una mayor implicación europea en esta crisis migratoria, Francia iba aún más allá anulando ayer la invitación a la participación de Reino Unido en una reunión el domingo con otros ministros europeos del Interior para abordar la situación. París justifica su decisión al considerar «pobre en contenido y totalmente inapropiada en la forma» la carta de Johnson a Macron. El objetivo del encuentro, que al cierre de esta edición se mantiene con responsables de migración de Francia, Bélgica, Países Bajos, Alemania y la Comisión Europea, es reforzar la cooperación judicial, policial y humanitaria y «luchar mejor» contra las mafias.
Macron, que sabe que las políticas migratorias pueden convertirse en un tema estrella de la campaña presidencial de abril, llamó el jueves a Johnson a no instrumentalizar las muertes con fines políticos. Con el aumento de los controles en los puertos tras el Brexit y en el acceso al túnel bajo el canal, el fenómeno de migrantes lanzándose a intentar alcanzar las costas británicas se ha disparado desde 2018. Hasta el 20 de noviembre, 31.500 personas habían emprendido la travesía del canal en un ritmo que no ha descendido con las bajas temperaturas que ya se registran en el norte de Francia. Las autoridades galas se encuentran además en estos momentos con la presión de grupos y asociaciones de ayuda a los migrantes por su política de destruir campamentos en esta zona para impedir los asentamientos.
Desde Londres, el Gobierno instó ayer a París a reconsiderar su postura. «Este es un problema que tenemos que solucionar juntos», matizó Johnson. En su carta, el líder «tory» proponía patrullas conjuntas, un mejor uso de la tecnología como sensores y radares, patrullas marítimas y una cooperación más sólida de los servicios de inteligencia. Sobre las devoluciones en caliente, Johnson estima que «reduciría significativamente el incentivo para que la gente ponga su vida en manos de los traficantes», añadió el inquilino del Número 10. El Gobierno británico insiste en que la carta era sincera y «estaba destinada a ser constructiva, no combativa».
Lo cierto es que Reino Unido abandonó la UE con la promesa de controlar sus fronteras. Por lo tanto, Johnson, que se encuentra en sus índices más bajos de popularidad por diferentes patinazos ante cuestiones de otra índole, no puede permitirse ahora la imagen de sus costas llenas de pateras. Es más, no faltan voces dentro del núcleo duro «tory» que acusan a París de estar castigándolos por el Brexit.