Italia acoge a «la niña afgana», la refugiada más famosa del mundo
►Shulat Gula, que ahora tiene 49 años, ha sido evacuada por el Gobierno italiano
Su intensa mirada dio la vuelta al mundo gracias a una foto de Steve McCurry que se convirtió en portada de «National Geographic» y en un símbolo del drama de los afganos martirizados por las guerras. Sharbat Gula, la niña retratada en los 80 en un campo de refugiados en Pakistán, tiene ahora 49 años y un futuro lejos de los talibanes, después de que el Gobierno de Mario Draghi anunciara que la mujer había llegado a Roma, en el marco del programa italiano de evacuación, recepción e integración desde Afganistán.
Como muchos otros afganos, Sharbat Gula había solicitado ayuda internacional para abandonar su país después de que los talibanes se hicieran con el control el pasado agosto, tras la salida de las tropas estadounidenses. Italia fue uno de los países más implicados en la operación de la OTAN en Afganistán, junto a Estados Unidos, Turquía, Reino Unido y Alemania. Y tras la caída de Kabul, el país transalpino evacuó a más de 5.000 afganos, convirtiéndose en el país de la UE que más ciudadanos afganos consiguió sacar. En un comunicado, las autoridades italianas aseguraron haber recibido numerosas peticiones de ONGs apoyando la petición de Gula para salir de Afganistán.
Steve McCurry retrató a la joven con 12 años en un campo de refugiados afganos en Peshawar, Pakistán para ilustrar el drama que se vivía en el país asiático, invadido en ese momento por la Unión Soviética. «Pasó a simbolizar las vicisitudes y el conflicto en el capítulo de la historia que Afganistán y su pueblo atravesaban en ese momento», indican desde Roma.
McCurry, que la retrató en 1984, inició después una búsqueda y, tras varios intentos frustrados, la encontró en Afganistán 17 años después y confirmó su identidad utilizando una técnica de reconocimiento de iris. «Los ojos eran los mismos, tenía la misma cicatriz en la nariz. No tuve ninguna duda de que aquella era la misma chica que había retratado años antes», contó el fotógrafo estadounidense en 2002, después de localizarla.
Gula tenía entonces 30 años. De etnia pastún, la mujer había pasado toda su vida entrando y saliendo de campos de refugiados desde que con 6 años, y huérfana de padres, atravesó las montañas con su abuela y sus cuatro hermanos huyendo de la guerra. Casada con 16 años, había dado a luz a cinco hijos, uno de los cuales no consiguió sobrevivir. El mismo destino que sufrió su marido, fallecido como consecuencia de una hepatitis C que ella misma padecía.