La URSS de Stalin: quien no traiciona y delata, muere
► El autor parte del expediente policial de su familia para construir una ficción asfixiante sobre este régimen de terror y violencia
Durante los años treinta, Europa fue un terreno fértil para dictaduras. Fascismo, nacionalsocialismo y comunismo extendieron sus garras utilizando los mismos métodos: propaganda, opresión y corrupción. La URSS se convirtió en un referente para jóvenes que buscaron allí un paraíso. En este magnífico libro, Ruge sigue la aventura de tres del Komintern que viajan por territorio soviético para informar en sus países de origen, Inglaterra y Alemania, de los logros del Partido. Paulatinamente, van descubriendo la violencia del régimen, los juicios públicos y manipulados a los disidentes o a los sospechosos de serlo. El miedo a ser denunciado por cualquier nimiedad se fomentaba con tal eficacia que cualquiera podía acusar a alguien para librarse de la cárcel o de la muerte durante un tiempo. Porque ser sospechoso era la antesala de la muerte y en la URSS de Stalin todos lo eran.
La narración da saltos en el tiempo, por ejemplo, cuando Rude utiliza la información de sus abuelos rusos que estuvieron encarcelados 477 días en el célebre Hotel Metropol, donde se confinaba a los acusados antes de que cayera sobre ellos una sentencia. Allí también estuvieron dos trabajadores de la OMS acusados de «violar las líneas del Partido». Las noches se convirtieron en un escenario dantesco de conversaciones sigilosas y puertas que se abrían y cerraban con temor para dar paso a diálogos con personajes como el escritor judío alemán Lion Feuchtwanger.
Lealtad y traición
La lectura es apasionante por los registros, la descripción de tipos y la introspección de los protagonistas que se ven enfrentados a conflictos de complejidad, como la lealtad a la familia y los amigos, un sentimiento con el que todos crecemos. Pero durante el estalinismo, la lealtad tenía un objetivo: el
Partido, representado en Stalin. No importaba a quién tuvieran que delatar, lo acabarían haciendo, a quien ellos quisieran. El libro es una visión lúcida de la época y un recuerdo del dolor que se extendió. por todo el mundo.
Sagrario FERNÁNDEZ-PRIETO
Lo mejor
El reflejo de una época, tan bien plasmado que el lector «entra» en la piel de los protagonistas
Lo peor
Nada, está bien documentado y los momentos de tensión e intriga son un aliciente más