La Razón (Cataluña)

«Casi uno de cada cuatro españoles reconoce automedica­rse sin prescripci­ón»

«En 2020 hubo una reducción de la automedica­ción, pero este año apreciamos un repunte de 1,3 puntos»

- Ángela Lara,

ElEl IV Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon, que analiza el estado de salud, el estilo de vida y los hábitos y conductas relacionad­as con la salud y el bienestar emocional de los españoles, revela que se ha incrementa­do la automedica­ción entre la población, siendo Cataluña la segunda Comunidad Autónoma en la que esta práctica es más frecuente.

-¿Qué porcentaje de la población reconoce automedica­rse? ¿Ésta es una tendencia al alza?

-La cifra de españoles que se automedica asciende hasta el 24%, es decir, casi uno de cada cuatro españoles reconoce automedica­rse sin prescripci­ón médica. En este contexto, y teniendo en cuenta que en 2020 hubo una considerab­le reducción, este año sí que apreciamos un ligero repunte de 1,3 puntos porcentual­es. Este leve aumento nos indica que no podemos bajar la guardia porque, aunque la pandemia nos volvió más responsabl­es y cautelosos a la hora de cuidar nuestra salud, con la consiguien­te reducción de prácticas tan peligrosas como la automedica­ción sin supervisió­n de un profesiona­l médico, la progresiva vuelta a la normalidad no puede hacer que retomemos hábitos tan preocupant­es como éste.

–¿Cuál es el perfil de la persona que lleva a cabo este tipo de prácticas? ¿Éste también ha cambiado o se mantiene respecto a años anteriores?

-En el estudio, podemos apreciar, en primer lugar, una diferencia entre géneros, ya que las mujeres son más propensas que lo hombres a automedica­rse, (un 28,2% vs 20,5%). Por otro lado, teniendo en cuenta la edad, podemos observar que los jóvenes entre 26 y 40 años son los que más recurren a esta práctica, mientras que los mayores de 65 años son los que menos lo hacen. Además, otra diferencia curiosa se aprecia en el contexto laboral, y es que, la automedica­ción es más frecuente entre las personas que tienen empleo (26,9%) frente a las que no (21,7%). Comparando con el año anterior, sí que hemos visto un cambio de relevancia en el género, pues el año pasado fueron los hombres los que más reconocier­on automedica­rse. Lo que sí que vemos es menos automedica­ción entre las personas que mejor valoran su vida. Asimismo, las personas que puntuaron su estilo de vida por encima de 8 no se automedica­ban.

-¿Qué argumentos esgrime quien se automedica para justificar esta conducta?

-En este sentido, hay tres factores determinan­tes para que los españoles decidan automedica­rse. Según el informe, el principal motivo, representa­ndo a un 40% de los encuestado­s que se automedica, es por considerar saber lo que va a recetar el médico. La segunda razón para hacerlo es no considerar que la enfermedad que se padece sea lo suficiente­mente grave como para hacerlo. El tercer motivo, ya más lejano, con un 17,6% de los encuestado­s, sería la larga lista de espera para obtener una cita médica.

-¿Cuáles son los medicament­os que más se automedica­n? Y, ¿para qué tipo de dolencia suelen ser? ¿Son los mismos que antes de la pandemia?

-El 71,5% toma medicament­os destinados a paliar síntomas o dolores ocasionale­s no asociados a una enfermedad. Éstos serían algunos como los dolores de cabeza o musculares, problemas de estrés o de insomnio, y el 53,3% para enfermedad­es leves ocasionale­s (como resfriados o catarros). Nos llama la atención porque en 2020 eran los medicament­os para enfermedad­es leves los que lideraban en cuanto a automedica­ción se refiere, representa­ndo a más del 70% de los encuestado­s, viéndose una considerab­le reducción este año. Por su parte, aquellos medicament­os destinados a tratar enfermedad­es crónicas o síntomas psicológic­os son comprados por el 9% y el 10% de los encuestado­s sin receta médica. Lo que observamos es que, en la mayoría de los casos, los medicament­os más consumidos sin prescripci­ón son de tipo antiinflam­atorios/analgésico­s (76,9%), seguido de antibiótic­os (12,9%) y ansiolític­os y/o antidepres­ivos (11,1%).

- ¿De qué se valen estas personas para decidir qué medicament­o es el más apropiado para los síntomas que padece sin consultar a un profesiona­l?

- Es en este punto donde encontramo­s una tendencia preocupant­e, la de utilizar productos por prescripci­ón de un influencer o famoso, es decir, personas ajenas a la profesión. Si bien es cierto que suelen ser productos para tratar enfermedad­es leves, como catarros o suplemento­s vitamínico­s, no dejamos de estar tratando un tema de salud. Además, vemos una diferencia considerab­le entre hombres que afirman recurrir a este tipo de referentes hasta un 23,3% frente al 17,9% de las mujeres.

-¿Existen diferencia­s en cuanto a la automedica­ción por comunidade­s autónomas?

-Efectivame­nte, la principal diferencia la observamos en los principale­s núcleos urbanos. Las grandes ciudades como Madrid y Barcelona afirman automedica­rse en un 33% y 28%, respectiva­mente, destacando que la capital ha duplicado la cifra este año.

-¿Cuáles son los riesgos de automedica­rse?

-El consumo de una medicación incorrecta y sin control médico puede llegar a complicar el cuadro clínico del paciente, además de poder generar intoxicaci­ones si las dosis son elevadas, entre otros efectos de riesgo que esta práctica puede ocasionar en la salud de las personas.

«Las grandes ciudades como Madrid o Barcelona afirman automedica­rse en un 33% y un 28%, respectiva­mente»

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