Las «estrategias híbridas» de Rabat para hacerse con Ceuta y Melilla
► Un informe alerta de tácticas de presión y pide «monitorizar» su actividad
Lleva tiempo alertando de que Marruecos no ha olvidado sus pretensiones sobre Ceuta, Melilla y los peñones e islotes españoles del norte de África. Y ahora, el Instituto de Seguridad y Cultura –a través de su Observatorio de Ceuta y Melilla– insiste en esta idea recordando que Rabat emplea «estrategias híbridas y operaciones de influencia en la zona gris» con el objetivo de anexionarse dichos territorios. De ahí que reclamen al Gobierno «monitorizar la actividad marroquí». Y aunque los expertos no lo consideran de momento una amenaza, piden no confiarse y vigilar su rearme militar.
Es lo que se desprende del informe «Las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla desde la perspectiva de la zona gris», presentado ayer y que considera que «es el momento de ocuparse de forma rigurosa de vulnerabilidades que no deben ser tales, porque España, como Estado, debe saber prevenirlas», señaló el director del Observatorio, Carlos Echeverría.
Los expertos explican que el objetivo de la zona gris es «forzar las relaciones entre dos estados para alterar de ese modo alterar el status quo», esto es, «alcanzar fines similares a los de una guerra, pero sin guerra». Y el ejemplo más reciente tuvo lugar en mayo con la avalancha de miles de inmigrantes en Ce u ta. Un caso que, recuerdan, no esa isla doy desglosan otros acontecimientos que también se enmarcan en este tipo de estrategias, ya sean cierres de fronteras o búsquedas de apoyos exteriores a sus reivindicaciones, como cuando la Administración Trump reconoció la soberanía marroquí del Sáhara Occidental. De ahí que se trate de un conflicto que se prolonga en el tiempo, lo que el informe define como «paciencia estratégica».
Los investigadores tienen claro que «existe un conflicto latente» en el que «Rabat procura influir sobre la acción exterior española utilizando como palanca el control del flujo migratorio, la cooperación anti terrotista o la ratificación periódica de los acuerdos pesqueros de la UE». Aspectos que, apuntan, usa nuestro vecino «como herramienta de presión y moneda de cambio».
Por ello, creen que «es recomendable que las autoridades español as consideren la perspectiva de lo híbrido al analizarla política marroquí hacia Ceuta y Melilla. El episodio de Ceuta ha sido una llamada de atención», sentencian, reclamando «retomar la iniciativa»
Eso sí, también recuerdan que Rabat está inmersa en un importante proceso de rearme con numerosas adquisiciones de material militar o acuerdos como el recientemente alcanzado con Israel. Si bien reconocen que «el poder militar tiene una importancia secundaria en la zona gris, su empleo no debe menospreciarse» porque reduce la brecha militar entre Marruecos y España. Y hablan, por ejemplo, de «disuasión coercitiva» con «demostraciones de fuerza, despliegues militares o maniobras» como posibles «actividades que pueden realizar las Fuerzas Armadas en la zona gris».
«El programa de adquisiciones de las fuerzas terrestres, navales y aéreas de Marruecos constituye otro factor a tener en cuenta», avisan los investigadores que, «sin caer en el alarmismo », explica n que ,« aunque las autoridades marroquíes no contemplen una acción armada contra ambas ciudades, la mera posesión de esas capacidades les proporciona ventaja ante una hipotética escalada en la zona gris». Pudiendo incluso «generar serias dudas en el lado español sobre la viabilidad política y militar de defender Ceuta y Melilla».
Los expertos avisan de que «hay que tener en cuenta» y «no menospreciar» su rearme militar