Irán y EE UU reanudan el diálogo nuclear
► Teherán solo acepta negociar con la Administración Biden a través de mediadores
El fastuoso hotel Palais Coburg de Viena, el mismo que hace seis años vislumbró la firma del acuerdo nuclear entre EE UU e Irán, sirvió ayer de escenario para tratar de restablecer un pacto que quedó debilitado cuando Washington, con Donald Trump, decidió abandonarlo de forma unilateral en 2018 y volver a las sanciones a Teherán. La de ayer, y tras una pausa de cinco meses, se trata de la séptima ronda de conversaciones, en las que además y como mediadores participan cinco potencias internacionales.
Las expectativas son bajas. Desde junio, y coincidiendo con el cambio de liderazgo político en Teherán, los contactos se han mantenido inactivos y los analistas anticipan grandes obstáculos para su pronta reanudación. El formato de la reunión tampoco ayuda. Rusia, China, Alemania, Francia y Reino Unido se sientan frente a los negociadores del nuevo Gobierno iraní, todo encabezado por el máximo diplomático de la UE, Enrique Mora. Debido a la retirada de Trump, los estadounidenses ni siquiera estarán en la sala de negociaciones, sino que trabajarán por mediadores.
Antes de la apertura formal surgieron los primeros obstáculos: los iraníes no quieren hablar directamente con los estadounidenses. «No habrá conversaciones bilaterales con la delegación estadounidense en Viena», aseguró el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Said Khatibsadeh.
Los representantes europeos mostraron su preocupación antes de que comenzaran las conversaciones. La retirada de EE UU del acuerdo permitió a la República Islámica violar muchas restricciones impuestas a su programa nuclear. Asimismo, existe la preocupación de que Irán esté trabajando cada vez menos con la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). De hecho, el jefe de la agencia de la ONU, Rafael Grossi, denunció hostigamiento contra los inspectores de la OIEA, así como las promesas no cumplidas por Irán y su negativa a proporcionar información.