El Parlamento sueco vuelve a investir a Andersson
► La hasta ahora ministra de Finanzas liderará el primer Gobierno del Partido Socialdemócrata en solitario en 15 años
La socialdemócrata Magdalena Andersson fue elegida ayer primera ministra por el Parlamento sueco por segunda vez en menos de una semana. Andersson fue investida con un margen extremadamente estrecho (173 diputados votaron en su contra, dos más y habría perdido). Será la primera mujer al frente del Gobierno en Suecia, una excepción humillante para un país a la cabeza de la igualdad de género. «Me siento bien y estoy muy ansiosa por comenzar a trabajar», aseguró Andersson después de la votación.
Los 100 diputados del Partido Socialdemócrata (SAP), junto con Amineh Kakabaveh, el único diputado independiente, votaron por Andersson, y el Partido Verde (16), el Partido de la Izquierda (28) y el Partido del Centro (31) optaron por abstenerse. En el sistema parlamentario negativo sueco, el candidato solo necesita evitar una mayoría en contra, es decir 175 de los 349 escaños de la Cámara. Nina Lundström, del Partido Liberal, también optó por romper la disciplina de partido y abstenerse.
La semana pasada, Andersson fue elegida por el Parlamento, pero tuvo que dimitir siete horas más tarde, antes de que tuviera la oportunidad de asumir formalmente el cargo, después de que el Partido Verde anunciara su salida del Gobierno de coalición. Para los ecologistas, era inasumible que tuvieran que aplicar el próximo año una cuentas públicas en cuya redacción habían participado los ultraderechistas Demócratas Suecos (SD). La turbulenta jornada parlamentaria pasará a la historia como una de las jornadas más delirantes de la política sueca.
Andersson ahora dirigirá un Gobierno socialdemócrata en minoría tras la ruptura de la coalición rojiverde que había liderado Suecia desde 2014. Será el primer Ejecutivo
totalmente socialdemócrata en 15 años. Esto no significa que a partir de ahora sea más fácil para el SAP gobernar. El Gobierno seguirá siendo un Ejecutivo minoritario, con solo 100 de los 349 diputados del Parlamento, lo que requiere una cuidadosa negociación con los aliados parlamentarios –verdes, centristas y ex comunistas–, más interesados en las elecciones de septiembre que en hacer concesiones a Andersson. «Como todos los Gobiernos minoritarios, intentaremos cooperar con otros partidos en el Parlamento. Tenemos una larga tradición de cooperación y estamos listos para hacer lo que sea necesario para hacer avanzar a Suecia», dijo.
Lo cierto es que la «premier» está dispuesta a dialogar y llegar a compromisos con todos los partidos salvo los Demócratas Suecos. En este sentido, se espera que Andersson corteje a la derecha en asuntos bloqueados por Los Verdes. Señaló también el crimen y la inmigración, preocupaciones clave de los votantes, entre sus principales prioridades, temas en los que los socialdemócratas están más cerca del centro derecha.