Los retos de Marta Ortega al frente de Inditex
► La nueva presidenta de la compañía a partir de abril deberá mantener al grupo como el primero de España
HaceHace 16 años el fundador de Inditex preparó de forma ordenada su sucesión al frente de la compañía fichando a Pablo Isla como vicepresidente y CEO primero y, posteriormente, como presidente ejecutivo. Se iniciaba así un relevo que culminará el próximo 1 de abril con el nombramiento de su hija menor Marta (fruto de su segundo matrimonio con Flora Pérez) como presidenta del grupo textil que fundó hace ya casi seis décadas. Si bien es cierto que se trató de un anuncio sorpresivo, vía hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no lo es menos que el tema de la sucesión se barruntaba desde hace meses, especialmente desde que «WSJ Magazine», la revista mensual del influyente «The Wall Street Journal», publicó una extensa entrevista con la heredera, a la que también dedicó su portada.
El medio elegido no fue baladí. Y es que el hecho de que fuese publicada por el periódico estadounidense, considerado como una de las biblias del capitalismo actual, se interpretó como una verdadera presentación ante la élite económica mundial de quien estaba llamada a presidir el grupo fundado por su padre. Sin embargo, lo que nadie pensó es que el relevo se produjese en un espacio tan corto de tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los analistas coinciden en que la gestión de Pablo Isla en estos más de tres lustros ha sido más que adecuada, con una administración eficiente de recursos, y con unos números que, sin duda, le respaldan.
Desde que tomó las riendas, la compañía ha multiplicado por cinco sus ventas, y se ha convertido en la primera empresa del Ibex 35, con una capitalización bursátil en el entorno de los 90.000 millones de euros, muy por encima de los 66.000 millones de Iberdrola o los 54.000 de Banco Santander. Tras tomar el testigo de Amancio Ortega al frente del grupo, la acción de Inditex se ha revalorizado un 830%, convirtiéndose en uno de los mayores grupos de distribución del mundo, formando parte del «Top 50» del ranking Global Power of Restailing elaborado por Deloitte y la revista «Store».
Disipar dudas
Los retos que tiene por delante Marta Ortega y el que será el nuevo consejero delegado de la compañía, Óscar Maceiras, no son pocos, empezando por mantener el crecimiento constante que el grupo ha experimentado en los últimos años y en un momento especialmente crítico para el sector de la distribución. Además, el nuevo tándem en la cúpula de Inditex deberá disipar con su gestión los recelos iniciales que en la comunidad inversora ha levantado el cambio (la Bolsa recibió la noticia infligiendo un importante castigo a la acción de Inditex, que se dejó en la sesión del martes un 6%, aunque en la siguiente lo recuperó casi todo).
Sin embargo, por el momento Marta Ortega no ocupa ningún puesto ejecutivo en la empresa familiar (actualmente, forma parte del equipo directivo de Zara, en el que desempeña una labor vinculada principalmente al diseño y desarrollo de producto de Zara Woman y a la gestión de la imagen global de la marca), el repentino cambio lleva a pensar que, probablemente, la hija del dueño haya estado trabajando en la «sombra» más tiempo del que se piensa, incluso tomando decisiones clave dentro de Inditex.
Lo que para unos analistas es un «dedazo» en toda regla, para otros es un proceso natural que supone el ascenso de una persona que conoce todos los procesos productivos de la empresa en la que lleva trabajando desde que tuvo capacidad legal para hacerlo. De hecho, inició su actividad profesional en Inditex en el año 2007, tras graduarse en International Business por la European Business School de la Regent’s University de Londres. Una vez que hubo terminado sus estudios, se incorporó a la plantilla de la tienda Zara de King’s Road en Londres y, posteriormente, ejerció tareas profesionales en diferentes destinos internacionales y áreas de negocio del grupo. Es también vicepresidenta de Partler 2006, una de las
Lo que para unos es un «dedazo», para otros es un ascenso lógico de alguien que conoce bien la empresa
Tras su nombramiento, será la cuarta mujer que lidere una compañía del Ibex 35
sociedades del holding del Grupo Pontegadea, el brazo inversor de la familia Ortega, a la que el patriarca transfirió en 2011 el 50,01% de Inditex, y que cuenta con activos inmobiliarios por valor de más de 15.000 millones de euros. Asimismo, es miembro del patronato de la Fundación Amancio Ortega desde 2015.
Ha vivido durante años en un segundo plano siendo considerada como sucesora de Amancio Ortega. Pasará de heredera a presidenta, aunque no ejecutiva, en apenas cinco meses, convirtiéndose en la cuarta mujer que se ponga al frente de una empresa del
Ibex 35. La han precedido Ana Botín (Santander), María Dolores Dancausa (Bankinter) y Beatriz Corredor (REE) pero, además, será la más joven, ya que solo tiene 37 años de edad.
Digital y sostenible
Uno de desafíos importantes que Inditex sigue teniendo por delante es el coste de la cadena de producción y el transporte, junto con la estrategia de localización de sus establecimientos para abarcar la mayor parte de la población posible sin que se canibalicen tiendas entre sí. Un reto que se une a otros no menos importantes, como la transformación digital y la sostenibilidad, dos pilares clave en la estrategia presente y también futura. A día de hoy, la empresa es ya un líder mundial del eCommerce que, como ha dicho el propio Isla, mira directamente a los ojos a gigantes como Amazon o Alibaba.
Ha sido precisamente el crecimiento constante del peso de las ventas por internet (espera que representen el 25% del total cuando concluya el año) las que le han permitido recuperar el «tono normal» de facturación y beneficios. Tras entrar en «números rojos» por primera vez en su historia en el primer semestre de 2020 como consecuencia del confinamiento estricto forzado por la pandemia, Inditex presentaba tan solo un año después unos resultados récord en ventas, beneficios y caja, dando así por zanjada la crisis de la pandemia de la COVID-19. Las ventas del grupo en el primer semestre fiscal de 2021 (febrero-julio) ascendieron a 11.936 millones de euros y su beneficio neto se situó en 1.272 millones. La generación, por su parte, de caja alcanzó los 8.023 millones. A cierre del semestre, el grupo contaba con 6.654 tiendas tras la inauguración de 92 establecimientos en 27 países.
Pese a que Carlos Crespo, actual CEO, también abandonará su puesto el próximo 31 de marzo, se mantendrá en el organigrama de la compañía como director general de Operaciones, Transformación Sostenible y Digital. Hay que recordar que Crespo fue una apuesta personal de Pablo Isla, precisamente para acompañarle en esta transformación no solo digital y tecnológica, sino también en los retos derivados de la sostenibilidad, junto a María Fanjul, la encargada desde 2014 de coordinar el negocio online y que abandonó la empresa a finales del año pasado.
Modelo empresarial
La compañía con sede en Arteixo ha apostado por un modelo en el que el cliente pueda relacionarse con sus marcas donde, como y cuando prefiera, de manera que la experiencia siempre sea la misma, independientemente de si está en casa o comprando físicamente. Inditex, con Zara a la cabeza, siempre ha ido un paso por delante en el uso de la tecnología aplicada al «retail» y en el eCommerce. Fue esta marca la que abrió el camino del comercio electrónico al sector. También fue la primera en introducir innovaciones como permitir recoger los pedidos online en tienda, con el consiguiente ahorro de gastos de envío, o la tecnología de identificación por radiofrecuencia que permite conocer qué prendas están disponibles. Uno de los puntos centrales de la estrategia es Inditex Open Platform (IOP), una base tecnológica propia sobre la que pivotan todas las operaciones digitales de la compañía.
Por otro lado, para avanzar en la creación de productos responsables con el medioambiente, la empresa ha desarrollado programas específicos que abarcan toda su cadena de valor. Uno de los más relevantes es el relativo a las materias primas utilizadas. Y es que, para 2025, el 100% del algodón, el lino y el poliéster utilizado en la confección debe tener un origen orgánico. La utilización de energías renovables es otro de sus compromisos. Actualmente, la totalidad de la energía consumida en sus instalaciones en España ya es «verde».
En su estrategia reciente también se ha enmarcado el cierre de 350 establecimientos a pie de calle, especialmente los más pequeños. Su objetivo es que las tiendas sean de mayores dimensiones, de manera que cada una de ellas actúe como una pequeña plataforma de distribución integrada con la parte online.
En este sentido, la empresa anunció el pasado año que invertiría millones de euros para impulsar la actividad online, y otros 1.700 millones destinados a la actualización de la plataforma integrada de tienda.
La estructura y el modelo logístico de Inditex es objeto de estudio en las prestigiosísimas aulas de Harvard o en la parisina INSEAD –elegida durante varios años como la mejor escuela de negocios del mundo–. Con colecciones que se renuevan cada 15 días y la rapidez y eficiencia con las que llegan a las casi 7.000 tiendas que tiene repartidas por todo el mundo, es un ejemplo de flexibilidad digno de análisis. Una ductilidad que se complementa con su estrategia digital, enfocada hacia la venta en la web, pero sobre todo, hacia la app, fundamental para una firma que no invierte en publicidad ni hace promociones. A través de la misma, convierte a sus usuarios en prescriptores que comparten sus contenidos de forma inmediata, lo que es esencial para sus firmas.
Boatiné
La historia de Inditex va intrínsecamente unida a la de su fundador, Amancio Ortega. El embrión del gran grupo fue Confecciones GOA, la empresa que Ortega puso en marcha con su entonces esposa, Rosalía Mera, en 1963, dedicada a la confección de batas para señora. En 1975, abrió su primera tienda Zara en el centro de A Coruña. Entonces, nada les hacía pensar que su compañía pasaría del modesto boatiné de andar por casa a vestir y calzar a mujeres de 216 mercados y a cotizar no solo en el Ibex 35, sino también en el FTSE Eurotop 100 y en el Eurostoxx 600. A partir de esa primera inauguración, comenzó una carrera vertiginosa de expansión que ha llevado a Ortega y a su hija mayor Sandra (que heredó de su madre el 5,05% de Inditex cuando ésta falleció en 2013) a ser el hombre y la mujer más ricos de España, según la revista Forbes.
En 1988, Zara inauguró su primera tienda fuera de nuestras fronteras, en Oporto. Un año más tarde, cruzaría el Atlántico, con su primer local en Nueva York. Le seguirían París, Reino Unido, México, Malta, Noruega, Chipre, Israel, Qatar e, incluso, Hawai, donde abrió su primera tienda en 2015 en la , Honolulu. A partir de 1991, comenzó a incorporar nuevas firmas al grupo: Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe. Esta última marca dejará próximamente, en 2022, de ser independiente y se integrará en Massimo Dutti. En 2012, comenzó a operar en China, empezando así su apuesta por el mercado asiático que, a día de hoy, es prioritario en sus próximos planes de expansión.
A partir de abril, se abre una nueva etapa para una compañía que ha sido un ejemplo de gestión a lo largo de los años,
y que tendrá como gran protagonista a la hija del fundador, que deberá mantener e, incluso, incrementar los logros conseguidos en casi 60 años. El tiempo y el trabajo que desempeñe al frente de Inditex dirán si el repentino cambio que, hoy, muchos cuestionan, ha sido adecuado. Como gran apasionada de la hípica que es, este será, sin
duda, su gran salto.
Su estructura y modelo logístico es objeto de estudio por instituciones como Harvard
En 1975 abrió la primera tienda Zara, iniciándose una vertiginosa carrera de expansión