China prepara el fin de Evergrande
Opinión Juan Ramón Rallo
DosDos noticias coparon ayer la actualidad económica de China y las dos están muchos más relacionadas de lo que inicialmente podría parecer. Primero, el coloso inmobiliario de Evergrande anunció que muy probablemente probablemente no será capaz de hacer frente a todas sus deudas, preparando así el terreno de la suspensión de pagos. Segundo, el Banco Popular de China ha reducido el coeficiente legal de tesorería de los bancos, esto es, las reservas mínimas que han de mantener sobre sus depósitos. ¿Cuál es la conexión entre ambos hechos? Primero, si Evergrande cae, también caerá el mercado inmobiliario chino: un mercado actualmente valorado en 52 billones de dólares, de los cuales unos 10 billones se hallan en viviendas no ocupadas. Segundo, si el mercado inmobiliario chino cae, la banca china sufrirá enormemente: el sistema bancario del país cuenta con activos de 50 billones de dólares, de los cuales 20 billones están directa o indirectamente relacionados con el sector del ladrillo y frente a los cuales solo dispone de un colchón de 4 billones de dólares para absorber pérdidas.
Es decir, que si el derrumbe del sector inmobiliario le ocasionara a la banca china unas pérdidas equivalentes al 25% de su exposición al ladrillo, la banca china estaría quebrada. De ahí que muchos especulen que China no permitirá que este estallido se materialice. Así, Pekín podría congelar o ralentizar las operaciones inmobiliarias para evitar una liquidación precipitada de activos que hunda su precio. Pero congelar precios no equivale a congelar valoraciones: si Evergrande cae, todos –bancos, inversores, depoles sitantes y políticos– serán muy conscientes de que los activos de la banca se habrán depreciado aun cuando eso no quede reflejado en sus balances. Y a partir de ahí, la desconfianza en el sistema bancario chino empezaría a crecer: ¿sigue siendo realmente solvente ese sistema bancario? ¿Acaso no sería prudente cerrarle el grifo de la financiación antes de exponernos a su posible reestructuración? Justamente, ante la posibilidad de que la banca china experimente problemas de liquidez, el banco central ha optado por relajar la regulación sobre sus requisitos mínimos de liquidez (coeficiente legal de caja). Los problemas se le están empezando a acumular al gigante asiático.