Canadá, ante la escasez de su famoso oro líquido
Los productores de sirope de arce han tenido que recurrir a su «reserva estratégica» para cumplir con la demanda
PorPor primera vez en tres años, Canadá ha tenido que tirar de sus reservas de sirope de arce para cumplir con la demanda. La asociación de Productores de Sirope de Arce de Quebec (QMSP, por sus siglas en inglés), conocida coloquialmente como la Opec del sirope, ha cogido unos 22 millones de kilos de este oro líquido de su «reserva estratégica», como se la denomina técnicamente. Una cantidad que supone la mitad de sus provisiones. Quebec, la provincia francófona de Canadá, es el mayor productor mundial: produce casi el 70% del total del sirope. Según estimaciones de la QSMP, de los 183 millones de kilos que se produjeron en el mundo en 2021, 60 millones (cantidad media de producción anual estimada) provinieron de los bosques de Quebec. Su principal mercado, Estados Unidos, compra alrededor del 60% de la producción canadiense.
El auténtico sirope de arce es la savia del árbol del arce, el árbol canadiense más característico. Tanto es así, que su hoja es la bandera del país. Según el método tradicional, el líquido que segrega se coge directamente del árbol a través de unos pequeños canalones metálicos incrustados en el tronco; en la actualidad, la técnica más moderna instala un sistema de absorción de plástico que permite recolectar de forma simultánea la savia de varios de ellos que van a para a una especie de contenedor central. Sea como fuere, después hay que hervir este jugo natural para obtener el sirope tal y como se consume finalmente. Y, en cualquier caso, se trata de una actividad que depende enormemente del clima. ¿El moti vo? Solo se puede recoger cuando las temperaturas están por encima del punto de congelación durante el día, pero por debajo de dicho punto durante la noche. Teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas este año han sido mucho más cálidas, no se han dado los requisitos necesarios para recolectar las mismas cantidades que otras temporadas, haciendo que la producción menguase casi un cuarto. Esto, sumado al hecho de que la demanda de sirope ha aumentado un 21% (no solo en Quebec o Canadá, sino en todo el mundo, debido a que cada vez se usan más alternativas naturales y saludables al azúcar refinado) y que las ventas han crecido alrededor de un 36%, la asociación quebequense se ha visto forzada a usar sus reservas. «Es por esto por lo que contamos con la reserva, para que siempre haya sirope de arce», ha declarado Helene Norman din, portavoz y directora de Comunicación de QMSP. A día de hoy, existen unos 50 millones de canalillos en toda la provincia de Quebec, pero visto el aumento de la demanda en los últimos años hay planes para establecer siete millones más en el corto plazo y poder así hacer frente a las necesidades del mercado.
Hace una década, las reservas de sirope del país coparon los titulares de la prensa internacional, pero no por motivos de riesgo de escasez –como esta vez– sino por lo que se conoce como «el gran robo de sirope de arce canadiense»: un hecho que tuvo lugar entre 2011 y 2012 cuando robaron 3.000 toneladas de este oro líquido, uno de los bienes más preciados de Canadá, valorado en unos 20 millones de dólares.
Las temperaturas este año han sido mucho más cálidas lo que ha afectado a la producción