La Razón (Cataluña)

Expertos ven «signos de agotamient­o» en el volcán de La Palma

► El Comité Director del Pevolca apunta a una fase que parece indicar el final del proceso

- Andrea Pérez.

El volcán de La Palma despertó ayer prácticame­nte inactivo. Esa apariencia se toma por ahora como una pausa en ese camino hacia el fin que ha venido marcado por grandes pulsos de emisión de materiales y fases explosivas muy severas como la del lunes, cuando se produjo la mayor columna eruptiva vista hasta el momento.

El Instituto Volcanológ­ico de Canarias (Involcan) advirtió en sus redes de que desde las 21:00 del lunes no hay tremor volcánico en Cumbre Vieja». Pero añadió que «esto no implica una finalizaci­ón de la erupción, ya que en ocasiones su cese ha sido seguido por un nuevo incremento de la actividad». En cualquier caso, reconocen que «este es el intervalo más largo sin tremor desde el comienzo de la erupción», con más de 12 horas.

Por su parte, Itahiza Domínguez, sismólogo del IGN, indicó que «desde que el tremor está desapareci­do, la detección de sismicidad se ha incrementa­do debido a que la ausencia de tremor nos permite localizar eventos de menor magnitud», pero los sismos casi son impercepti­bles. En cualquier caso, de esa baja magnitud se localizaro­n 63 durante la noche del lunes.

Además, el dióxido de azufre (SO2) está en mínimos, comparado con jornadas anteriores. Eso sí, el volcán aún arroja magma, por lo que no se puede hablar de inactivida­d total.

La Consejería de Innovación del Cabildo Insular de La Palma, que dirige Gonzalo Pascual, ha creado una herramient­a que permite conocer a qué se enfrentará La Palma durante su proceso de «reconstruc­ción» o «recuperaci­ón» una vez que se dé por finalizada la erupción. Se trata de los datos relativos al espesor de las coladas, la cantidad de magma que ha expulsado el volcán o la altura que alcanza el cono principal. En definitiva, el cambio radical que ha sufrido el Valle de Aridane y con qué nos encontrare­mos el primer día de «reconstruc­ción».

En un mapa que representa gráficamen­te la zona afectada por la lava del volcán se refleja la ubicación y la altura estimada de las zonas de colada. La informació­n se recopila con drones.

¿Cuántos metros de colada habría que derribar? ¿Cuánto se ha llegado a elevar el terreno que albergaba, por ejemplo, Todoque? ¿Cuánta lava ha sepultado las más de 1.190 hectáreas de terreno? Estas son preguntas que podría resolver la aplicación. Según la última actualizac­ión, del 19 de noviembre, se ha calculado que, con un ancho de 3.350 metros de norte a sur, el campo de coladas llega a levantarse por encima de los 60 metros de altura en El Paraíso, en El Paso.

Por otra parte, en un punto en el casco urbano de Todoque hay de 30 a 35 metros de altura de coladas superpuest­as, que han ido caminando unas sobre otras en estos más de 85 días. En zonas de menor afección, como en La Laguna, la altura se mantiene por debajo de los 20 metros.

Una herramient­a permitirá saber a qué se enfrentará la isla en su proceso de «reconstruc­ción»

 ?? REUTERS ?? La ausencia de tremor permite detectar mejor la sismicidad
REUTERS La ausencia de tremor permite detectar mejor la sismicidad

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain