Ancelotti, contra Ancelotti
► El Real Madrid suma 42 puntos en 17 jornadas, los mismos que en la temporada 2014-15, en la que iba líder con cuatro de ventaja sobre el Barça. Pero aquel año con el técnico italiano no ganó LaLiga José Aguado.
CarloCarlo Ancelotti ha ganado la Liga en Italia, Inglaterra, Francia y Alemania. Pero no la ha ganado en España. Cuando le preguntan si eso, este curso, le provoca más ilusión por la competición doméstica que por la Champions, el entrenador italiano responde con prudencia, como se mueve casi siempre, pues se las sabe todas. Quiere la Champions, porque es lo que da la gloria global y es donde el Madrid ha construido su legado, y quiere LaLiga porque es la recompensa al trabajo diario y le daría el título europeo que le falta.
Las dos temporadas que estuvo en el Real Madrid LaLiga se le hizo demasiado larga. La primera, el foco de la Champions y la perseCarletto de la Décima impidió que el equipo se centrara en los últimos partidos. Pero mereció la pena cerrar ese año con la Copa del Rey y la Décima. Su segunda campaña fue competitiva, pero al final, un poco decepcionante. Se quedó sin títulos, pese a lo bien que circuló el equipo en otoño. No le llegó el aire hasta el final de la competición.
Muchos están viendo paralelismos entre aquel segundo año de y este primero de su segunda época, ahora que en otoño el Real Madrid ha cogido carrerilla y ha ido despachando rivales directos con una frialdad y madurez que nadie esperaba cuando el mercado de fichajes terminó sin la llegada de Mbappé y con Bale de nuevo en el equipo.
Pero el fichaje bueno era Ancelotti. Según desveló «El Chiringuito», la llegada del entrenador italiano al banquillo blanco se resolvió en una llamada entre él y José Ángel Sánchez. El Real Madrid no terminaba de ver clara ninguna de las opciones que le presentaba el mercado tras la salida de Zidane y la buena huella que dejó Ancelotti era su mejor currículum para volver a hacerse con el equipo.
Es un Ancelotti más sabio, aún más sereno y con las ideas muy claras, un entrenador que se ha rodeado de gente joven y de mucución
chísima confianza porque dice que le aportan ideas modernas y refrescantes.
Es un Ancelotti, pues, distinto al Ancelotti de hace años y, sobre todo, es una situación distinta. En la temporada 2014/15 el Real Madrid llegó líder a la jornada 17 del campeonato, pero con sólo cuatro puntos de diferencia con el Atlético y el Barcelona, que querían pelear LaLiga hasta el final.
Porque lo que marca el punto de inflexión, lo que invita a los madridistas a ser optimistas y no trazar paralelismos es la ventaja de los suyos. Tanto Atlético como Barcelona tenían entonces 38 puntos. Esta temporada, si el Atlético ganase su partido de menos, se pondría con 32 y el Barcelona, si ganase el suyo, con 27, aún tan lejos que alcanzar los puestos que dan acceso a Champions parece su único objetivo. Sólo el Sevilla puede acercarse al Real Madrid: suma 34 puntos y ha jugado un partido menos que el líder. Es la única amenaza y se ve lejana.
Es un Madrid, además, que con otros jugadores, tiene otro modo de afrontar los partidos. Con Cristiano Ronaldo, ese equipo de Ancelotti sumaba 58 goles por los 39 que lleva ahora. Sabe que no puede disfrutar de la frugalidad que le daba la presencia del portugués en el equipo y ha decidido ganar con otro estilo, adaptándose a los que hay y sacándoles el máximo rendimiento. Ha recibido un gol menos que en aquella época.
A Ancelotti ya han dejado de preguntarle si piensa hacer rotaciones porque la idea parece clara ahora mismo: sacar la máxima distancia aprovechando la zozobra de los contrarios y el buen ritmo de los suyos. El italiano es consciente de que las temporadas son muy largas y en algún punto del camino va a llegar un bajón. Hace siete años, un Ancelotti con otros acompañantes y menos experiencia no supo cómo resolverlo. Cuando le han preguntado ha demostrado que se acuerda perfectamente de lo que sucedió durante aquella temporada y cómo una baja continuada de Modric le hizo más daño de lo que esperaba. Ahora tiene a Modric como una de las bases del equipo, pero con siete años más.
Pero a su favor cuenta que tiene más armas y que ve a los rivales mucho más lejos. Tan lejos, que da la sensación de que esta Liga no dependa ya más que de lo que haga el Madrid.
De sí Ancelotti vence al anterior Ancelotti.