Raikkonen no fue Kimi en su adiós
► El finés, campeón en 2007, se retira de la F-1 tras 19 temporadas y 26 triunfos
El estresante duelo que protagonizaron Max Verstappen y Lewis Hamilton eclipsó otro momento importante en la historia contempóranea de la Fórmula Uno como fue el adiós de Kimi Raikkonen. El finlandés se fue sin hacer ruido tras abandonar en Abu Dabi por avería mecánica. Muchos le recordarán por los duelos con Michael Schumacher, con Fernando Alonso y por convertirse en campeón del mundo en 2007. La teoría apunta a que fue la mala gestión de McLaren (cuando no supo manejar la tensión entre Hamilton y Alonso) la que le dejó en bandeja la corona. El caso es que el nórdico es el último campeón que tuvo Ferrari. Por eso también le rindieron un pequeño homenaje el pasado fin de semana.
El finés debutó en la F-1 con polémica debido a su escasa experiencia. Tenía el talento, pero ni siquiera pisó la F3 o la F-3000. Dos test en los circuitos de Jerez y Cataluña
sirvieron a Peter Sauber para hacerle debutar con el equipo. La FIA también fue criticada por concederle la superlicencia, aunque una sola carrera bastó para saber que estaba más que preparado para competir en la categoría reina. Después fichó por McLaren, pasó a Ferrari, se tomó dos años sabáticos para correr el Mundial de Rallys (con más accidentes que éxito), volvió con Lotus-Renault, regresó a Ferrari y terminó su trayectoria en Alfa Romeo. Siempre fue considerado un gran piloto, muy rápido, pero poco disciplinado. Obtuvo grandes victorias (26) y 18 «poles». Su agresividad siempre fue del gusto del aficionado y en cierto modo encarnó el papel de «niño malo» fuera de la pista. Sus juergas son épicas y para la historia queda aquel abandono por avería en Mónaco. En lugar de volver al box para hablar con sus ingenieros, se fue
andando directo al barco de unos amigos atracado a pie de pista. Minutos después de su accidente el realizador de la carrera pinchó su imagen bebiendo cerveza en la popa del yate. Por no hablar de las veces que tuvo que ser sustituido de un día para otro en algunos entrenamientos invernales en Silverstone debido a la resaca con la que amanecía. El piloto reserva de entonces debió volar de urgencia desde otro país para hacer el plan de trabajo organizado para ese día. Raikkonen prefería no hacer entrevista ni acciones de marketing y su tremenda seriedad era tan cortante como el frío de su país.
Se va uno de los grandes talentos de la F-1, pero su poco interés por el trabajo fuera del coche, quizás, le privó de mayores éxitos. Si es que alguna vez los quiso. En las reuniones técnicas, Vettel hablaba una hora... él apenas tardaba cinco minutos.
Es el último campeón con Ferrari y sus «hazañas» fuera de la pista le convirtieron en un piloto único