Solo 1 de cada 8 jóvenes se ha emancipado en 2021, nuevo mínimo histórico desde 1998
Apenas uno de cada ocho jóvenes vive de forma independiente, un nuevo récord de la vergüenza que se suma a la lista daños colaterales causados por la crisis de la covid. Durante el primer semestre de 2021 se registró la tasa de emancipación más baja desde 1998 (14,9%), con un descenso de 0,9 puntos respecto a la tasa de emancipación del segundo semestre de 2020 (15,8%) y de 2,4 puntos respecto al primer semestre de 2020 (17,3%). Así lo revela la última edición del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).
El informe denuncia un empeoramiento progresivo de las condiciones de vida de las personas jóvenes, peor incluso que el ocurrido con la gran crisis de 2008, debido a una situación de partida aún más precaria. La tasa de empleo de los jóvenes (38,4%) subió en el primer semestre de 2021 cinco puntos respecto al año anterior, aunque sigue lejos de los niveles precovid. Algo similar podría afirmarse sobre la tasa de paro, que descendió hasta el 28,8%, lejos aún del 24,8% del segundo trimestre de 2019. Por otra parte, la tasa de temporalidad juvenil aumentó para este período un punto porcentual más que el empleo, hasta el 54,7% para la población de entre 16 y 29 años, y la parcialidad en la misma medida que este (4,8 puntos porcentuales en un año, del 23% al 27,8%)El paro, la temporalidad, la parcialidad, la subocupación, la difícil inserción laboral, la incertidumbre y el abandono institucional componen la receta del desastre y sitúa a las personas de entre 16 y 29 años como el segundo colectivo con mayor riesgo de exclusión social o pobreza (30,3%), tan solo superado por la pobreza de los menores de 16 años (31,3%), según la tasa AROPE de 2020.
La suma de bache tras bache en el camino hace que los jóvenes no puedan llegar a la meta de acceder a una vivienda. De hecho, en el primer semestre de 2021, una persona joven que quisiera emanciparse en solitario dedicaría, de media, el 81,9% de su sueldo al alquiler.
A tenor de estas cifras, el CJE considera que las «medidas que se están implementando para mejorarlas recuerdan a las estrategias de recuperación rápida que se trataron de seguir durante la crisis de 2008 y que tuvieron muy poco éxito entre el colectivo juvenil».