La Razón (Cataluña)

El Banco de España cifra en 24.000 millones el desvío en el PIB

► Rebaja dos puntos la previsión del Gobierno, al 4,5% para este año y cuatro décimas en 2022, al 5,4%. La inflación, la pandemia y el menor consumo, las causas

- J. de Antonio. MADRID

FielFiel a las advertenci­as de su gobernador, Pablo Hernández de Cos, el Banco de España provocó ayer un serio revolcón a las previsione­s del Gobierno, tras estimar que el PIB crecerá solo un 4,5% en 2021, un 5,4% en 2022, un 3,9% en 2023 y un 1,8% en 2024, todo por debajo de las proyeccion­es macroeconó­micas iniciales para este periodo. En concreto son 1,9 puntos menos que en sus anteriores estimacion­es de septiembre para este año y cuatro décimas de recorte para el que viene, un varapalo drástico que se suma al realizado por el INE en el segundo trimestre –desde el 2,8% hasta el 1,1%– y a los comunicado­s por otros organismos y entidades, como la Comisión Europea, el FMI, el BCE, la AIReF, Funcas o el Consejo General de Economista­s.

Pero ninguno de estos varapalos, sufridos uno tras otros desde el varapalo, han hecho desviar lo más mínimo el camino marcado por Nadia Calviño a las estimacion­es de su Ministerio. Mantiene imperturba­ble su cuadro macroeconó­mico, con el que elaboró los Presupuest­os Generales del Estado para 2022, y en el que prevé un crecimient­o para este año del 6,5% y del 7% para 2022, cifras que nada tienen que ver ya con las del resto de organismos y que analistas y economista­s ven ya completame­nte desfasadas.

Esos dos puntos de diferencia con el Banco de España tienen una repercusió­n directa con los Presupuest­os generales del Estado de 2022, que se hicieron en base al citado crecimient­o del 6,5%. Esto significa, que ser apunta ya de inicio un desvío de 24.000 millones de erusos en las cuentas. Una cifra que empeora aún más si la comparativ­a se realiza sobre la previsión inicial más optimista presentada por el Gobierno –que marcó un crecimient­o en 2021 del 9,8%, contando con la llegada de los fondos europeos–. Por tanto, la desviación final que se habría producido sobre esa estimación alcanzaría ya los 60.000 millones de euros, al ver reducido el incremento del PIB en 5,3 puntos.

«Bajo la trayectori­a proyectada, la economía no recuperarí­a su nivel previo a la pandemia hasta comienzos de 2023», recoge el informe del supervisor bancario, que apunta que la recuperaci­ón española está siendo más lenta que la media de la zona euro por «el mayor peso en la economía del turismo internacio­nal» –que se recupera lentamente y se ha visto penalizado por la reciente ola de contagios tras la variante ómicron– y a que la demanda interna –el consumo–, también está mostrando «un menor dinamismo» que en la UE, al igual que la parca recuperaci­ón del turismo.

Asimismo, el Banco de España ha tenido en cuenta para justificar este severo ajuste el «alza imparable de los precios energético­s» y por «los cuellos de botella en la oferta», además de por el aumento en las cifras de contagios durante la sexta ola, que estarían ralentizan­do la evolución de algunos indicadore­s en el último trimestre del año. También ha querido destacar los retrasos en la implementa­ción de los proyectos asociados a los findos europeos Next Generation EU (NGEU).

Pese a que su informe trimestral da un serio varapalo al Ministerio de Asuntos Económicos, sí que pone en valor que la «incertidum­bre» en torno a esta estimación «es muy elevada», dado que los datos

cuantitati­vos disponible­s para este período «son todavía limitados», por lo que apunta a que la informació­n relativa a la ejecución de los proyectos vinculados al programa europeos NGEU «es incompleta», lo que «dificulta la estimación precisa» de su contribuci­ón al crecimient­o.

Estas nuevas estimacion­es negativas se mantendrán durante todo el próximo año, aunque a partir de 2023, la situación comenzará a mejorar. Por ello, se ha hecho una revisión al alza debido a que se prevé «la reversión del repunte inflacioni­sta» y al «cese de las alteracion­es de oferta y al perfil temporal asumido para la ejecución de los proyectos vinculados a la ayuda europea». En concreto, para ese año el organismo prevé un crecimient­o del 3,9%, lo que supone 1,9 puntos más respecto a las estimacion­es anteriores, mientras que para 2024 ve un crecimient­o de la economía del 1,8%.

El lastre de la inflación

Sin embargo, ahora mismo la inflación supone un lastre para ela recuperaci­ón. El supervisor alcance un máximo entre el último trimestre de 2021 y el primero de 2022, para empezar a reducirse de forma progresiva, aunque en términos de las tasas medias anuales se acelerará desde el 3% en 2021 hasta el 3,7% en 2022. El informe deja claro que la duración de «fuerte» presión inflacioni­sta puede influir negativame­nte en las previsione­s y advierte de la existencia de posibles «efectos de segunda vuelta» –aquellos que producen incremento­s de los costes por el encarecimi­ento de la energía, que acab repercutie­ndo en el precio que paga el consumidor por otros productos– y de su impacto directo e indirecto sobre la actividad económica.

Respecto a otros indicadore­s, la previsión de déficit público la ha mejorado ligerament­e para este año, al 7,5% del PIB, pero ha empeorado la de 2022, al 4,8%, mientras que aumenta la deuda pública prevista al 120,4 % del PIB en 2021 y al 115,7 % en 2022. El organismo mejora sus estimacion­es de ingresos y gastos para este año, lo que mejorará en una décima la estimación en 2021 –el 7,5% del PIB, frente al 7,6% previament­e estimado–, aunque las empeora ligerament­e para 2022 y 2023, con tasas del 4,8% y el 4%, respectiva­mente. De cara a 2023 mejora la tasa del 114,3% al 113,7% y en 2024 la sitúa en el 113,5%.

 ?? ?? Fuente: Banco de España
Fuente: Banco de España
 ?? ?? Nadia Calviño
Nadia Calviño

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain