Adiós a Ángel Teruel, de Madrid al cielo
► El diestro madrileño, uno de los máximos triunfadores en Las Ventas, fallecía ayer a los 71 años por una enfermedad cardíaca
Pocos toreros pueden presumir de haber conquistado Madrid, pero muchos menos de haberlo hecho hasta cuatro veces. Ángel Teruel fue un gato que triunfó en casa. Nacido en el madrileño barrio de Embajadores, de pequeño trabajó en el negocio familiar de sus padres, un tiovivo ubicado en la calle Ferraz, frente al domicilio de los Dominguín, quienes le inculcaron su afición y con los que aprendió el manejo de los trastos.
Vistió por primera vez de luces el 19 de mayo de 1966, en Vista Alegre, en un festejo de La Oportunidad ante un novillo de Agapito Blanco. El debut con picadores tuvo lugar el 29 de enero de 1967 en Fuengirola y con apenas 20 novilladas llegó a la alternativa, el 30 de junio de 1967 en Burgos, con El Viti de padrino y Pedrín Benjumea de testigo, lidiando toros de Samuel Flores. «Cazuela», negro zaino, de 487 kilos, fue el toro de la ceremonia, al que el madrileño cortó una oreja. Pero la faena del día fue la de su segundo toro, sexto de la tarde, de Amelia Pérez Tabernero, al que le cortó las dos orejas y el rabo.
En la feria de San Isidro del año siguiente, el 12 de mayo, se presentó en la madrileña plaza de Las Ventas para confirmar la alternativa, de nuevo con El Viti de padrino y José Fuentes de testigo, enfrentándose ahora a ganado de Atanasio Fernández. Logró un éxito tremendo al cortar las cuatro orejas y eso le sirvió para lanzar su carrera.
En 1973, después de haber toreado sólo un festejo, decide retirarse provisionalmente de la profesión, volviendo a vestirse de luces con gran éxito en la temporada de 1974, retirándose definitivamente en 1985.
Fue un torero elegante con el capote y de mucho temple con la muleta, además de buen banderillero. El poder, la elegancia y la facilidad ante el toro fueron sus principales armas para mantenerse durante años en lo más alto del escalafón taurino español. Tuvo mucho cartel en La Maestranza sevillana, de lo que dan fe sus 29 paseíllos en el coso maestrante, si bien la plaza donde obtuvo sus mayores triunfos fue la de Las Ventas, en la que actuó 33 tardes en las que obtuvo 28 orejas y saliendo a hombros de su Puerta Grande en cuatro ocasiones.