«La palabra de Arrimadas no vale absolutamente nada»
LosLos partidos políticos toman decisiones en función de sus intereses. Cada uno diseña estrategias y traza rumbos conforme a coyunturas, necesidades y urgencias. Los pactos y las sociedades no son como antes era de indisoluble el matrimonio. Hace décadas. Se trata de parejas de hecho, siempre de conveniencia, en el que cada uno es libre de divorciarse sin mayores explicaciones e incluso sin atenerse a la verdad, porque la mentira tiene muchas caras, alguna incluso decente. En Castilla y León, el PP se ha deshecho de Ciudadanos y los naranjas se han revuelto dolidos. Un puntapié en la espinilla provoca un suplicio punzante e intenso, pero breve. Las palabras gruesas rebosaron en sus réplicas al volantazo de Fernández Mañueco, pero resulta ría sorprendente que no se hubieran olido la tostada. Quién sabe. Hay políticos sin olfato, como una secuela del covid y Ciudadanos se las lleva todas porque no es que huelan su miedo o su debilidad, es que parecen el protagonista del Sexto Sentido, la novia cadáver. Enfrente, Enfrente, el PP está a rebañar votos sin miramientos ni piedad .« La palabra de Arrimadas no vale absolutamente nada. Los hechos son los que son y había un cierto riesgo de una moción de censura en Castilla y León y alas pruebas me re mito », hasentenciado el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos. El tremendismo y la sobre actuación son recursos de la retórica política que conviene graduar. Si Montesinos se lo creyera, lo siguiente sería romper todos los acuerdos con Ciudadanos, que iguales lo siguiente. Con todo, no por mucho correr se llega siempre antes.