El club de balonmano de Basauri arrasa y se lo lleva entero
► Prácticamente todo el premio eran participaciones que habían vendido los chavales: «Tenemos todos, es lo bueno»
Estefani estaba estudiando en casa pero tenía puesto en la tele el sorteo de fondo, como el que pone la radio. Solo levantaba la cabeza cuando cantaban algún premio importante y miraba de reojo las participaciones del Club de Balonmano de Basauri (Vizcaya), el equipo de su pueblo y al que lleva vinculada en distintas categorías desde que era una niña. Eran las 10:48 horas cuando salió el Segundo: Segundo: 72119. «Me sonaba pero me tuve que levantar y acercarme a la tela y luego volver a mirar el número varias veces porque dije: no puede ser. ¡Y sí que era, sí que era el mismo!» Ella fue la encargada de poner el primer audio en el grupo de WhatsApp de las amigas de balonmano, dando la buena noticia. Luego llamó a su «amá» y dice que casi le da un síncope por su culpa. Porque Yolanda, su madre, se encontraba en ese momento en una manifestación en Bilbao, reivindicando precisamente un «salario digno» para su sector.
Es limpiadora en un colegio y aprovecha para recordar que ellos son «servicios esenciales solo cuando interesa». Por eso, asegura, su mayor alegría es «haber repartido el premio a tantísima gente». Como suele pasar con casi todos los padres, le ha tocado ser una de las principales encargadas de la familia en despachar las participaciones de su hijo pequeño, de 15 años, unido de toda la vida al club de balonmano como su hermana Estefani. «He vendido tres talonarios y medio. Cada uno lleva 100 papeletas de 2,40 euros cada una», explica emocionada. La mayoría de la gente compraba, mínimo, dos, por aquello de no andar con monedas y «colaboraban» con cinco euros para salir del paso.
El premio son nada menos que 125.000 euros por décimo y 1,25 millones a la serie aunque en esta ocasión se ha venido, en su mayor parte, en participaciones de esta escuela, el Atlético Basauri Balonmano Club-Basauri Eskubaloi Taldea.
Estefani, por su parte, ya iba pensando en qué gastar su premio: «La verdad es que necesito cambiar de coche porque el mío ya iba regular y esto me va a venir fenomenal». La categoría senior, que le tocaba entreno por tarde en el polideportivo Urbi decidió dejar el deporte a un lado y, por un día, salir a festejar. «Yo, como no cogí participaciones, prefiero no saber cuánto toca por cada una», aseguraban desde el polideportivo. Otro compañero apuntaba que eran 15.000 euros. «Yo sí que cogí varias pero todavía no sé ni cuántas», explicaba otro empleado.
Entre esos que ayer «rabiaban» estaban los comercios pegados a la administración de la calle Nagusia, 9, la que repartió la alegría entre los del balonmano porque décimos sueltos vendió muy pocos. «Llevaba varios décimos de ahí pero no ése, ¡qué pena!», confesaba la empleada de la zapatería Laburu. Dos locales más allá, en la Pastelería «La Concepción», estaban igual, pero más optimistas: «No llevábamos ninguno pero ya será otra vez», decían entre risas.