Victoria de Belarra sobre los críticos: acaba con la protesta interna
► Asturias era el último reducto crítico morado que sobrevivió a la era Iglesias
Asturias cierra una etapa en Podemos. La diputada morada Sofía Castañón lograba imponerse como secretaria general del partido en la comunidad y con su proclamación se ponía fin al último reducto de oposición interna en la formación que se mantenía vivo desde la era liderada por Pablo Iglesias.
La nueva secretaria general y también portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso y secretaria de cultura morada ha conseguido el 50,2% del apoyo frente al hasta ahora líder de Podemos asturiano desde 2015, Daniel Ripa. Unas primarias que fueron comprendidas desde el minuto uno en clave nacional. Había solo dos direcciones posibles que quedaban en manos de la militancia: o Ripa lograba contener el poder y se erigía como única comunidad crítica con los postulados de la dirección estatal o Castañón ganaba y la formación autonómica pasaba a plegarse a las directrices de Madrid.
Con el resultado final, Ione Belarra logra su primera victoria al frente de Podemos –en el plano orgánico– desde que asumiera los mandos del partido en el mes de junio. Lo hace después de que el proceso de primarias en el principado acaparara todas las atenciones y también las tensiones entre la dirección nacional y la autonómica. autonómica. Desde el norte, acusaban a Madrid de «injerencias» después de que la dirección nacional interviniera las cuentas autonómicas de la formación y transfiriera dinero hacia la cuenta estatal. El departamento de cumplimiento normativo de Podemos abrió una investigación para conocer si Ripa iba a repartir ayudas de 25.000 euros a asociaciones vinculadas a miembros de su candidatura. Es por ello que, la decisión de la formación fue la de intervenir las cuentas. Ripa lo denunció la pasada semana como un «intento de hacer una denuncia falsa en el proceso de primarias para llevarla a la prensa» y «desacreditar su figura» por parte de «candidaturas marcianas diseñadas desde despachos», en referencia a la candidatura de Castañón, quien forma parte de la cúpula nacional. El hasta ahora líder autonómico lo definió gráficamente como un «proceso de guerra sucia, de cloaca, de lawfare».
A parte de este proceso de primarias enfangado y que ahora deberá estudiar el departamento de cumplimiento normativo para emitir su veredicto y aplicar, en caso de ilegalidad, el código ético de la formación, con las primarias asturianas el partido acaba con la contestación interna. Sin más «barones críticos» dentro de Podemos, la líder Ione Belarra consigue acabar con uno de los trabajos que en su día correspondió a su antecesor en el cargo, Pablo Iglesias, quien salió de Podemos después de poner fin a las disputas con la facción anticapitalista de Podemos en Andalucía con Teresa Rodríguez al frente y tras haber ganado un sinfín de procesos de primarias autonómicos donde el patrón era el mismo; siempre se imponía el candidato propuesto por la cúpula nacional frente a las candidaturas autonómicas que reclamaban más pluralidad, debate interno y autonomía ante la centralización impuesta desde Madrid.
Atrás quedan otros procesos de primarias también virulentos para los morados. Sin ir más lejos, en julio de 2020, las primarias del partido en La Rioja acabaron en los juzgados. Algo que ya había ocurrido en 2018, en Cantabria, en las primarias para las autonómicas del 26-M.
El proceso acaparó toda la atención por la tensión entre la dirección nacional y la autonómica