Junts presiona y ya exige la «confrontación» con el Estado
► Se apropia de la estrategia de preparar alternativas al diálogo y pide foco para Puigdemont
Pere Aragonès sorprendió el domingo con un mensaje navideño de alto contenido político con la vista puesta en 2022. Un discurso en el que exigió «resultados tangibles» a Pedro Sánchez en la mesa de diálogo e introdujo una importante novedad: llamó al independentismo a empezar a «construir alternativas» por si se «encalla» la negociación con el Gobierno. Una arenga que Junts ha aprovechado para adueñarse de la estrategia, situar a ERC como partido que al final se ha acercado a sus postulados y apelar a la «confrontación» con el Estado para presionar a los republicanos con sus posiciones más beligerantes.
«La alternativa a la mesa de diálogo sabemos cuál es: unidad y preparación para la confrontación democrática e inteligente en el marco del Consejo por la República», advirtió el secretario general del partido, Jordi Sànchez, tras las palabras de Aragonès.
Y es que Sànchez fue el primero en valorar el discurso del president, pero no el único en pedir foco para el cuestionado organismo que preside Carles Puigdemont desde Waterloo. Los posconvergentes llevan toda la legislatura exigiendo a ERC el mando del «procés» para canalizarlo a través del mencionado Consejo por la República con el fin de preparar un nuevo «embate» democrático contra el Estado. Y ahora, a raíz de las palabras de Aragonès, han recuperado la exigencia y aprovechan para señalar a Esquerra.
En este sentido, uno de los más críticos fue el diputado Francesc de Dalmases, dirigente de la máxima confianza de Laura Borràs: «Diez meses después de las elecciones empiezan a admitir que es una estrategia [la apuesta pro la mesa] que no llevará a ningún sitio . Ahora, como acordamos, toca trabajar juntos por el embate final por la independencia», aseguró a través de las redes sociales. La consigna pasa por buscar «alternativas» basadas en la «confrontación» y aprovechar para lanzar un mensaje de «unidad estratégica» en el marco del Consejo por la República, señalan desde el entorno posconvergente.
La CUP, por su parte, también presiona y ayer su líder en el Parlament, Carles Riera, aseguró que la mesa está «fracasada» desde el primer momento y que la «alternativa» es «hacer posible la autodeterminación» y «ejercerla».