Los fabricantes denuncian que el PERTE llega tarde
► El retraso en su aprobación pone en peligro las fábricas al no llegar los nuevos modelos
Aunque el Gobierno publicó ayer las bases para acceder a las ayudas de 2.975 millones de euros incluidas en el PERTE del vehículo eléctrico y conectado, los retrasos y la burocracia pueden poner en peligro la realización de algunos proyectos importantes que están sujetos a la asignación de estos fondos para cristalizar. La construcción de una planta fabricante de baterías o la adjudicación de modelos eléctricos a algunas factorías establecidas en España, como la de Volkswagen de Landaben, no prosperarán si los fondos se retrasan. Y la pérdida de nuevos modelos electrificados puede poner en peligro la viabilidad a medio y largo plazo de algunas de las plantas de producción establecidas en España. Aunque el plan cuenta con un presupuesto de 2.975 millones, 1.425 serán adjudicados en préstamos y 1.550 en subvenciones. Las concesiones se llevarán a cabo en los dos próximos años, aunque los proyectos podrán ser realizados hasta el 30 de septiembre de 2025.
Con este impulso, el Gobierno aspira a movilizar una inversión privada de 11.900 millones en un sector estratégico para España. Sin embargo, las bases reguladoras que establecen los requisitos para la concesión de las citadas ayudas del llamado PERTE_VEC para el vehículo eléctrico y conectado, son complejas y complicadas. Así, las entidades interesadas en presentar una solicitud se deberán constituir como una agrupación de empresas sin personalidad jurídica.
El representante de los fabricantes españoles, el director general de Anfac, José López Tafall, manifestó a LA RAZÓN que estamos ante una oportunidad única de utilización de los fondos de la UE, pero advierte de que «debe venir acompañado por otras medidas que promuevan la recuperación del sector, reduzcan la incertidumbre entre los consumidores e impulsen la electrificación y la renovación del parque. La instalación de infraestructuras de recarga de acceso público para vehículos electrificados; el modelo de fiscalidad del sector basado en el uso y no en la compra...».
Por otra parte, el plan de ayudas no parece contemplar la renovación tecnológica de las pymes que forman las redes comerciales de distribución, como ha solicitado reiteradamente la asociación empresaria Faconauto.