Biden y Putin exprimen el diálogo
►Dos llamadas en un mes Los presidentes de EE UU y Rusia mantienen una segunda conversación a petición de Moscú para rebajar la tensión militar en Ucrania de cara a 2022
JoeJoe Biden y Vladimir Putin no han podido esperaran a que acabe el año ni a volver de vacaciones navideñas para organizar una reunión urgencia, la segunda entre ambos mandatarios en el mes de diciembre. Una vez más, el tema más importante sobre la mesa: Ucrania. El presidente estadounidense volvió a recordar a Putin que Estados Unidos tiene todo preparado para responder si Rusia avanza con «una nueva invasión de Ucrania». La intervención rusa fue denunciada por el Gobierno ucraniano tras el informe de los servicios de inteligencia americanos publicado hace varias semanas, en el que se aseguraba que Rusia parecía tener todo preparado en la frontera con su país vecino para atacar y poner en marcha sus militares ya movilizados en la zona. Biden propuso a su homólogo ruso un «canal diplomático» para resolver el conflicto de Urcania.
Los equipos de los dos presidentes confirmaron que se habían felicitado el Año Nuevo antes de su última conversación telefónica de 2021. El presidente ruso, por su parte, dijo estar «convencido» de que un diálogo «efectivo» y «basado en el respeto mutuo» era posible. Putin puso como ejemplo su cara a cara en Ginebra. «Solo el camino de las negociaciones puede resolver la abundancia de problemas inmediatos entre nosotros», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, antes de la llamada telefónica programada para las 9:30 hora española.
Horas antes del encuentro, la Casa Blanca aseguraba que el presidente estadounidense había coordinado la llamada con sus socios europeos, asegurándose de emprender una actuación conjunta encaminada a ofrecer una respuesta común a la crisis.
Estados Unidos busca la «via diplomática» con Rusia para acercar posturas tras la creciente tensión por Ucrania, pero amenaza al mismo tiempo al presidente ruso con imponer sanciones «como nunca antes haya visto» si invade a su vecino. Biden ha manifestado estar «gravemente» preocupado por al acumulación de 100.000 soldados rusos en la frontera ucraniana, tal y como dio a conocer un alto funcionario del Gobierno estadounidense a la prensa.
La llamada telefónica de este jueves entre Biden y Putin se contensión en la segunda mantenida por ambos líderes mundiales en apenas tres semanas, después de que el pasado 7 de diciembre ambos presidentes celebrasen una cumbre virtual de más de dos horas de duración para rebajar la en Ucrania. El Kremlin ha negado repetidas veces su intención de invadir el país vecino, pero la alerta emitida por funcionarios ucranianos sobre los más de 100.000 soldados rusos desplegados desde hace semanas en la frontera oriental hacen pensar todo lo contrario. Rusia sigue negando las acusaciones sobre sus supuestos planes de invadir su país vecino y el Gobierno ruso justifica que la presencia de sus tropas para realizar ejercicios militavertía
res rutinarios y reclama tener derecho a mover libremente sus filas por su propio territorio. El Kremlin exige a la OTAN, además, que se mantenga alejada de Europa del Este y le retire su apoyo a Ucrania, forzándole a descargar formalmente cualquier futura adhesión.
Un día antes de la llamada, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, conversó con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. El estadounidense le reiteró «el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania frente al desarrollo desarrollo militar de Rusia en las fronteras» de su país vecino, según confirmó Ned Price, el portavoz del Departamento de Estado de EEUU. Hace varias semanas, Moscú presentó una serie de demandas entregadas en mano a la subsecretaria de Estados de EE UU, Karen Donfied, para desactivar la crisis con Ucrania.
El deseo de Rusia es eliminar todas las opciones de Ucrania de formar parte de la OTAN en un futuro, al mismo tiempo que solicita a sus rivales la retirada de armas nucleares estadounidenses de Europa y la de batallones multinacionales de la Alianza Atlántica en Polonia, Letonia, Lituania y los Estados bálticos de Estonia.
Si bien Ucrania no es miembros de la OTAN, sí tiene estrechos vínculos con la Alianza. Rusia exige garantías legalmente vinculantes de que la OTAN no se ampliará hacia el Este, ni hará llegar armamento a Ucrania o ningún otro país vecino. Pero el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, insistía en que la posible adhesión de Ucrania es un asunto de la Alianza Atlántica y de Kiev. «Cualquier diálogo con Rusia, por supuesto, debe respetar los principios fundamentales en los que se ha basado la seguridad europea», señaló Stoltenberg.
Descrita por el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, como «la situación más peligrosa en 30 años», los países implicados preparan nuevas acciones para tratar de aliviar la creciente tensión de la zona. Funcionarios rusos tienen previsto reunirse con sus homólogos estadounidenses en Ginebra el próximo 10 de enero, encuentro al que todavía se desconoce si asistirán los presidentes de Estados Unidos y Rusia.
La reunión virtual del jueves entre Biden y Putin es el tercer encuentro entre ambos mandatarios desde que el presidente de EE UU tomó posesión de su cargo hace casi un año. Durante la conversación también salió la cuestión iraní. Las negociaciones multilaterales para salvar el acuerdo nuclear con Irán, que deberían limitar las actividades atómicas de la República Islámica, cerraron justamente ayer sin acuerdo inmediato a la vista pero con el compromiso de reanudarse el próximo día 3 en Viena. Rusia presiona a favor del acuerdo y el negociador ruso, Mijail Ulianov, incluso se atreve a poner fecha. «Puede alcanzarse [un pacto] en la primera quincena de febrero si no interfieren factores inesperados y lo estropean todo». Estados Unidos no participa directamente en las conversaciones, pero sí lo hacen las potencias europeas que muestran menos entusiasmo que sus pares rusos. El avance de Irán en su programa atómico dispara la desconfianza.
El líder de EE UU propone la creación de un «canal diplomático» para resolver la crisis
El presidente ruso pide una negociación basada «en el respeto mutuo» para que sea «efectiva»