Le Pen canta victoria tras la retirada de la bandera de la UE en París
► El Gobierno vuelve a poner la insignia francesa en el Arco del Triunfo tras las críticas de los soberanistas
Desde la noche del 31 de diciembre de 2021, los monumentos más emblemáticos de París se vistieron de azul para marcar el momento en que Francia asumiría la presidencia de la Unión Europea. Así, la Torre Eiffel, la catedral de NotreDame o el magnífico edificio de la Opera de París, brillaron en azul para rendir homenaje al bloque de los 27.
Pero no todo fue fiesta. Un «faux pas» del gobierno de Macron enardeció a los candidatos de derecha: reemplazar temporalmente la bandera francesa que corona el Arco del Triunfo por la bandera azul de estrellas amarillas que identifica a la Unión Europea.
La primera en saltar a Twitter para condenar la decisión fue Marine Le Pen, candidata presidencial de extrema derecha, quien rápidamente amenazó con presentar un recurso legal ante el mismísimo Consejo de Estado, la máxima instancia judicial administrativa de Francia, para pedir el retiro de la bandera azul. Su comunicado oficial fue dirigido personalmente a Emmanuel Macron en un tono demoledor: «Es un atentado a la identidad francesa (…) ese monumento honra nuestras glorias militares y cobija los restos del soldado desconocido. Macron volvió a traicionar su cargo y a manifestar su arrogante desprecio por nuestra historia, por su ambición personal», remató Le Pen.
Pero no es la única. El también candidato de extrema derecha, Eric Zemmour, quien ha logrado posicionarse como tercera opción en la carrera por la silla presidencial, también denunció la instalación de la bandera europea en el Arco del Triunfo como un «ultraje».
A su vez, la candidata de la derecha, Valérie Pécresse, quien parece ser la rival más fuerte de Macron para las elecciones de abril, también manifestó su descontento: «¡Presidir Europa sí, borrar la identidad francesa no!», tuiteó Pécresse, cuya petición fue un poco más suave: no exigió que la bandera azul fuera retirada, sino que sirviera sólo de acompañamiento a la bandera tricolor de Francia. «Se lo debemos a nuestros soldados que derramaron su sangre por ella», expresó la candidata.
¿Cómo recibió el gobierno estas críticas? Con un suspiro de fastidio. El secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune, declaró que «era aberrante ver a la derecha mezclar todo y correr desesperadamente tras las polémicas estériles de la extrema derecha». Horas antes, Beaune ya había asegurado que el tricolor francés volvería «evidentemente» a ser ondeado en el Arco del Triunfo.
El Palacio del Elíseo retiró la bandera europea en la noche del sábado al domingo y justificó ante la prensa que «así estaba previsto en términos de calendario», evitando alimentar la idea de que el gobierno de Macron habría cedido a la presión política.
Desmentido del Eliseo
Por su parte, los candidatos de derecha celebraron que la bandera azul de la polémica ya no ondee sobre la tumba del soldado desconocido. De hecho, han cantado victoria al ver su desinstalación, como lo ha expresado Marine Le Pen: «Gracias a todos los que aman a Francia y la República por hacer retroceder a Emmanuel Macron».
El Elíseo ha desmentido que el emblema haya sido retirado antes de tiempo y asegura que sólo debía permanecer las noches del 31 de diciembre y 1 de enero, pero fuentes cercanas a la presidencia aseguraron a la cadena BFM TV que la polémica ha adelantado su desinstalación.
«¡Una bella victoria patriótica en el inicio de 2022! El Gobierno se ha visto obligado a retirar la bandera de la Unión Europea del Arco del Triunfo», celebró Le Pen, que en los sondeos de intención de voto se disputa el tercer puesto con Zemmour.
El viernes, tras el discurso del presidente Emmanuel Macron con los tradicionales propósitos de Año Nuevo, la Torre Eiffel y el Elíseo se iluminaron con los colores y bandera de la UE, y durante una semana otros monumentos del país se vestirán también del azul europeo.
Macron ha defendido que su objetivo en estos seis meses será lograr una Europa más soberana, con un mayor control de sus fronteras y de su propia defensa y un modelo económico que concilie el crecimiento con la preservación del planeta. Pero la celebración de las elecciones presidenciales en abril amenazan con bloquear en buena parte la ambición mostrada por el francés para la UE.
Macron cambió la bandera francesa de forma simbólica por el inicio de la presidencia de la UE