Otro golpe a la libertad de prensa en Hong Kong
► Cierra «Citizen News», el segundo periódico en una semana y el tercero desde la Ley de Seguridad Nacional
«Citizen News» era uno de los diarios más populares del distrito financiero con 40 empleados
En el marco de la amplia represión de la disidencia por parte de Pekín, un tercer conocido periódico hongkonés ha decidido echar el cerrojo ante los temores de incumplir con la Ley de Seguridad Nacional. La plantilla del rotativo Citizen News ha denunciado la falta de libertad de prensa, atribuyendo la clausura a que ya no se sienten suficientemente seguros para poder informar, después de que un medio rival haya sufrido una redada y siete detenciones por «sedición».
Fundado en 2017, «Citizen News» se describía a sí mismo como independiente, sin afiliación partidista y promotor de la libertad, la apertura, la diversidad y la inclusión. Era uno de los más populares del centro financiero, con más de 800.000 seguidores en redes sociales y contaba con 40 empleados.
La plataforma, financiada por crowdfunding y fundada por un grupo de periodistas veteranos, publicó el inesperado anuncio y esgrimió que su página web dejaría de actualizarse a partir de la medianoche del martes. En su último día de actividad, los redactores dejaron claro que su decisión se debía a los temores provocados por una redada policial realizada la semana pasada en «Stand News». «Hemos hecho todo lo posible por no infringir ninguna ley, pero ya no podemos distinguir con claridad las directrices de las fuerzas del orden y no nos sentimos seguros para ejercer nuestro trabajo», trabajo», declaró el cofundador del tabloide, Chris Yeung, antiguo presidente de la Asociación de Periodistas de la ex colonia británica. «Lamentablemente, los rápidos cambios en la sociedad y el empeoramiento del entorno de los medios de comunicación hacen que no podamos lograr nuestro objetivo sin miedo. En medio de esta crisis, tenemos que asegurarnos primero de que todos los que están en el barco están a salvo», se lamentó Yeung.
«Informar sin miedo implica que no temamos ofender a la élite política, que critiquemos a las autoridades cuando sus decisiones no son correctas, que no rehuyamos la cobertura de las empresas por presiones comerciales», aseguró, según los medios locales. «Pero eso no significa que tengamos que sacrificar nuestra libertad como precio», añadió e indicó que las autoridades locales no se habían puesto en contacto con su redacción, pero que habían tomado la decisión por lo que veían que estaba ocurriendo con sus colegas. «Stand News», un destacado portal de noticias prodemocrático, cerró la semana pasada después de que 200 agentes de policía hicieran una redada en su sala de redacción, congelaran sus activos y detuvieran a siete personas bajo la sospecha de conspirar para publicar material sedicioso.
Dos antiguos directores del medio fueron acusados de conspirar para publicar material sedicioso y se les denegó la libertad bajo fianza. La ONU y otros organismos de vigilancia de los derechos de los medios de comunicación, CPJ y Reporteros Sin Fronteras, condenaron la represión como un ataque a la libertad de prensa.
Hong Kong regresó al dominio chino en 1997 con la promesa de que se protegería un amplio abanico de derechos individuales, incluida la libertad de prensa. Pero grupos de derechos y algunos gobiernos occidentales aseguran que estas garantías se han visto mermadas, sobre todo desde que Pekín impuso una Ley de Seguridad Nacional en 2020.
Durante décadas ha sido un centro de información regional e internacional, a pesar de que la libertad de prensa en la ciudad ha ido disminuyendo. Sin embargo, en los últimos 18 meses se han producido cambios sin precedentes en el sector, principalmente en los medios de comunicación locales. El año pasado, el controvertido tabloide «Apple Daily» colapsó después de que se congelaran sus activos y se detuviera a sus principales dirigentes en virtud de la nueva regulación por los contenidos que se publicaban.
«Stand News» cerró la semana pasada tras la detención de siete miembros actuales y anteriores. La sociedad, su cofundador Chung Pui-kuen y el último redactor jefe, Patrick Lam, fueron acusados de «conspiración para editar publicaciones sediciosas» y se les denegó la libertad bajo fianza. Salvo algunas excepciones, el resto de medios locales se han plegado cada vez más a la línea oficial.