La nueva y sigilosa campaña de Daesh para captar «lobos» yihadistas en España
► Fidelizan a los que entran en sus redes sociales con misiones sin relevancia y les integran en un proceso
Las primeras misiones del nuevo «pupilo» consisten en labores de desinformación
El Estado Islámico (Isis, Daesh) rastrea a los que, desde España, se conectan con sus páginas en las redes sociales, en especial en Telegram, con el fin de captar a nuevos actores, «lobos» solitarios, con el fin de someterlos a un proceso de fidelización. La campaña está diseñada de modo que el «aspirante» se integra, poco a poco, en las labores de la banda yihadista hasta lograr su absoluta lealtad.
Los cabecillas de esta organización criminal no están satisfechos con los resultados que sus campañas de captación obtienen en Occidente y, en concreto, en España que, por su singularidad (es la tierra del antiguo Al Andalus) es un objetivo preferente. Por un lado, la eficacia de las Fuerzas de Seguridad, que suelen detectar a los han decidido formalizar su compromiso con Daesh; y la brutalidad y agresividad de otras iniciativas (que asustan a muchos), les han hecho cambiar de estrategia.
La campaña actual consiste en un sistema «progresivo» con el fin de medir el nivel de concienciación y aceptación de las ideas yihadistas que pueden alcanzar los interesados. No pedirles que se impliquen en atentados desde el primer momento, sino encargarles labores «sencillas» de acometer.
Según ha podido constatar LA RAZÓN, los cabecillas, que suelen actuar desde Siria, aunque pueden estar en otros países (Turquía, Irak, etcétera), proponen al candidato que se implique en labores de desinformación contra medios que les atacan, que son contrarios a la yihad, y que están radicados, por ejemplo, en Egipto o en Arabia Saudita. Algo relativamente tan sencillo como publicar noticias o comentarios para contrarrestar a los que se insertan en contra del Estado Islámico y sus actividades criminales.
El candidato ha contactado, casi siempre, con Daesh a través de un link en el que, supuestamente, sólo se ofrecen noticias ampliadas de la banda yihadista. En el caso de que manifieste su voluntad de colaborar en tan «inocente» misión, su «administrador» (controlador) le exige que preste juramento –le envía el texto con el que debe rubricar su compromiso– de fidelidad al «califa» de Isis,
Ibrahim Hashimi. Es la prueba de fuego para saber si está realmente dispuesto a integrarse o se trata de un simple curioso.
En caso afirmativo, se le envían unos enlaces a través de los cuales tiene que empezar a realizar su labor de desinformación. El «administrador» controla en todo el momento las actividades de su «pupilo», que opera con un alias que se le ha dado, para valorar su grado de implicación, habilidades, fidelidad, etcétera.
De paso, se intenta verificar, mediante distintas «trampas» si se trata realmente de un yihadista mediático o un agente infiltrado de los servicios de Seguridad e Información que trata de localizar a los «lobos» y sus dinamizadores.
El siguiente paso, es conferirle otro tipo de misiones, como pueden ser las de captación, en su entorno inmediato y con todas las reservas, de nuevos candidatos a afiliarse a Daesh.
Y, llegado el momento, ordenarles atentados. Los responsables de Isis tratan de que el futuro terrorista utilice lo que tenga a mano con el fin de que no tenga que comprar productor sometidos a control. La ideafuerza que se les transmite es que con su sola voluntad y ayudados por Alá, pueden ser capaces de cualquier cosa.