El separatismo vuelve a politizar las cabalgatas para apoyar el «procés»
► El ayuntamiento de Lleida recibe a los Reyes Magos con una pancarta a favor de los presos independentistas
El independentismo nunca desaprovecha cualquier oportunidad para inocular su mensaje. Cualquier festividad es oportuna para difundir su causa y, si hace falta también, en un entorno infantil como la cabalgata de los Reyes Magos. En este sentido, la ciudad de Lleida, que se ha convertido en el epicentro de la inestabilidad política en Cataluña en estos momentos porque su alcalde (ERC), Miquel Pueyo, se encuentra en el alambre y podría perder la Paería (Ayuntamiento) en las próximas semanas tras salir derrotado en una moción de confianza recientemente, también ha sido foco de la polémica en las últimas horas después de que los Reyes Magos hayan sido recibidos y hayan hecho su discurso con una pancarta a favor de los presos independentistas, una circunstancia que ha sido muy criticada porque, a ojos de muchos, supone «adoctrinar» a los niños, que son los principales protagonistas del acto.
«La paería es el cortijo del Alcalde y su gobierno fallido. Ni representa a todos los leridanos, ni respeta la debida neutralidad.
Vergüenza que la infante pancarta partidista sirva de marco en la recepción de los Reyes Magos. ¡Dejen de adoctrinar a los niños!», denunció María Burrel, concejal en el Ayuntamiento de Lleida de Ciudadanos.
Lo cierto es que no es la primera vez que el independentismo usa la cabalgata para proyectar su mensaje entre los más pequeños. El caso que más fama tomó fue el de Vic en 2017, en la antesala del referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre, cuando se distribuyeron (reparto organizado por el propio ayuntamiento) farolillos con la estelada (bandera independentista) entre los propios niños. Aquel episodio desató una gran polémica.
Ahora, el ayuntamiento de Lleida liderado por Esquerra (siete concejales) junto a JxCat (seis) ha protagonizado una nueva polémica en este sentido. Y lo ha hecho en un momento delicado porque este gobierno independentista podría caer en las próximas semanas si la oposición se pone de acuerdo y prospera una moción de censura contra Pueyo. Y es que ERC y JxCat formaban un tripartito con los Comunes (dos) hasta julio, mes en el que Pueyo expulso a los dos concejales morados del gobierno. Los Comunes, como respuesta, han tumbado los presupuestos del ayuntamiento recientemente, lo que ha obligado a Pueyo a someterse a una moción de confianza, que también ha perdido.
Ahora, la oposición tiene todo el mes de enero para buscar una alternativa. En este sentido, el líder de la oposición del Ayuntamiento y primer secretario del PSC de Lleida, Fèlix Larrosa, ha empezado una ronda de conversaciones con los grupos políticos de la oposición. Los socialistas catalanes, que cuentan con siete concejales y han gobernado la ciudad durante casi 40 años, podrían apoyarse en los Comunes (dos), PP (dos), Ciudadanos (uno) y no adscritos (dos). En total, sumarían 14 ediles, suficientes para desbancar a Esquerra (la mayoría absoluta está en 14).
En cualquier caso, este episodio ha agitado las aguas en Lleida, donde las distancias entre partidos son muy estrechas (ERC tiene siete concejales y el PP tiene dos) y, según las encuestas, en las próximas elecciones de 2023 las posibilidades de victoria están muy abiertas y prácticamente podría ganar cualquier formación política (Esquerra, JxCat, PSC e, incluso, un PP en ascenso).