Bodegas Barbadillo, sostenibilidad desde sus raíces
► La producción ecológica de Barbadillo lleva implícita la protección del entorno y la defensa de la tradición
HaceHace tiempo que la sostenibilidad se convirtió en un factor imprescindible en el buen hacer de la enología nacional. Pero algunas bodegas lo llevan impregnado en su ADN. Gran ejemplo de ello es Barbadillo, una bodega familiar que mantiene desde hace casi 200 años su estilo artesanal en la producción de vinos aunque no ha dejado de innovar y crecer en este tiempo.
Formada por más de 15 bodegas ubicadas en el casco antiguo de la bella localidad gaditana de Sanlúcar Sanlúcar de Barrameda, durante todo este tiempo no solo no ha vendido ninguna de ellas sino que ha comprado otras bodegas antiguas, preservándolas de la destrucción a las que han sido abocadas. Así ha contribuido a que el patrimonio arquitectónico bodeguero del casco histórico de Sanlúcar se mantenga cuidado y en uso hasta el punto de que existen calles y barrios fuertemente influenciados por Barbadillo y su arquitectura.
Barbadillo entiende que la sostenibilidad es una cadena que debe tener todos sus eslabones fuertes para que cada uno cumpla su función. Y así lo pone en práctica práctica día tras día elaborando vinos en edificios que hace dos siglos fueron diseñados para ello. Pero lo cierto es que la tecnología no está reñida con la utilización de métodos transmitidos de generación en generación como la crianza del vino bajo velo de flor.
Arquitectura bioclimática
La crianza biológica comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII naciendo así la «Manzanilla». Para elaborarla se necesita un microclima que precisa de humedad relativa alta y temperatura lo más estable posible, ventilación con poca luz, ausencia de olores y vibraciones, materiales discontinuos y ubicados en lugares precisos, con una orientación y ventilación que permiten al velo de flor formado por levaduras Saccharomyces desarrollarse en todo su esplendor. Bodegas diseñadas por alarifes mudéjares, barrocas de cuadro, neoclásicas, industriales... Todas ellas son espléndidos ejemplos de arquitectura bioclimática. Y es que todo influye a la hora de lograr el mejor Manzanilla y todo ello es un paradigma del respeto al medio ambiente entendiendo la enología de forma sostenible. En definitiva, la sostenibilidad medioambiental y la conservación del entorno para alcanzar un equilibrio es una configuración lógica que entronca con el mundo vitivinícola.
A todo ello se suma que Barbadillo cuenta con una superficie de casi 500 hectáreas de viñedo, situadas principalmente sobre suelo de albariza. Así mismo mantiene los contratos de larga duración de compra de uva con un buen número de pequeños y medianos viticultores que de esta forma tienen garantizada la viabilidad económica de su explotación. Además, presta servicios técnicos en la gestión de estos viñedos de manera que sean sostenibles con el uso racional de fitosanitarios, permitiendo que todo el proceso de producción esté muy involucrado en esa gestión sostenible y racional de fitosanitarios de residuo.
Vinos ecológicos
El alma de sostenibilidad también se lleva a la práctica en Barbadillo a través de su producción ecológica que lleva implícita un compromiso con la tierra y su entorno. Así, en 2019 se presentó su primer vino ecológico bajo el nombre de Sábalo, cargado de simbolismo para la Bodega, pues se trata de un pez que desapareció hace años de la desembocadura del río Guadalquivir. Pero no es el único, ya que en 2021 llegó Patinegro, en honor al chorlitejo patinegro.
Pero la aventura de los vinos ecológicos de Barbadillo no ha hecho más que comenzar. Quedan a partir de aquí nuevos vinos que incorporar a la línea y que ya están en fase de crianza o en larva de proyecto, como Manzanilla, Palo cortado... Todo ello con el objetivo de convertir el proyecto Ecológico de Barbadillo en una reivindicación de la necesidad de preservar un entorno natural de valor incalculable y propio de la zona donde siempre ha estado comprometida la bodega.
En el año 2019 la bodega inició su andadura en la producción ecológica con el vino Sándalo