La Razón (Cataluña)

Bogdanovic­h, el último maestro

- Matías G. Rebolledo

SiempreSie­mpre que se habla del Nuevo Hollywood, ese que lucía barba de varios meses, supo conjugar arte y negocio, y no había pasado apenas por la escuela de cine, los verbos se van al italiano de Coppola, al alemán de Lucas o a lo semítico de Spielberg, pero pocas veces a las desinencia­s serbias de Peter Bogdanovic­h. El director de «La última película» o «Luna de papel», quizá hasta más brillante que sus contemporá­neos en sus inicios, fallecía ayer por causas naturales y en compañía de su hija a los 82 años, dejando tras de sí una treintena de películas como director y medio centenar de aparicione­s como actor. El legado de Bogdanovic­h, primus inter pares de aquella generación que llegó para cambiarlo todo o, al menos, hacerlo todo más grave, pasa inequívoca­mente por la reivindica­ción del cine como espectácul­o sin caer en los postulados del neoclasici­smo y, todavía más importante, por dotar de conscienci­a propia a la silla de director, mostrándos­e cercano a sus intérprete­s y bajándose de la torre de marfil para hacer, en la medida de lo posible, un poquito más grande la cinefilia. Así lo intentó en su último filme como realizador («El gran Buster»), documental dedicado al cómico que le hizo querer dedicarse al cine; o intentando mantener la promesa que le hizo al mismísimo Orson Welles hace medio siglo, estrenando vía Netflix «Al otro lado del viento», película póstuma del que fuera su amigo antes de su desaparici­ón; e incluso en su mejor película, «Dirigido por John Ford», un homenaje y estudio del propio director de «westerns» como titiritero de la sociedad americana.

Aunque sus mejores trabajos se dieran en los sesenta y los setenta, este crítico metido a director, hijo de pianista y pintora, siguió trabajando hasta sus últimos días y, de hecho, nos ha dejado una película pendiente. «One Lucky Moon» ya estaba en fase de preproducc­ión y su guion estaba terminado. Antes, y desde principios de los noventa, Bogdanovic­h se había dedicado a lo mismo a lo que empeñó su carrera: engrandece­r el cine, en todas sus acepciones. Así, no le tembló el pulso cuando las cadenas de televisión por cable le ofrecían proyectos, en teoría menores, que él convertía en pequeñas joyas modernas y contenidas. Y así, ya con su mítico pañuelo al cuelo, tampoco se le caían los anillos de sus varias nominacion­es al Oscar, su Grammy o su BAFTA para prestarse a cameos en series como «Los Soprano», «The Good Wife» o «Cómo conocí a vuestra madre», donde se llegaba a parodiar a sí mismo como irremediab­le pijo neoyorquin­o. Como se quedó con ganas en la adaptación ochentera, el argentino Andy Muschietti contó con él para aparecer en «It: Capítulo 2», dando vida a un director de cine entre tropelías y atrocidade­s del payaso creado por Stephen King. A la hora de despedirle, el mismo Hollywood al que siempre mimó y con el que nunca desconectó por pura pulsión didáctica y de disfrute del séptimo arte, le llora, le honra y bien le podría dedicar firmada en su inmensidad la elegía que ha hecho pública el mexicano Guillermo del Toro: «Bogdanovic­h fue el director que más directores inspiró con su magia. Si le conocías, debes honrarle. Si no, hazte un favor y estúdiale», publicó en su cuenta oficial de Twitter.

 ?? AP ?? El director y guionista Peter Bogdanovic­h, nominado al Oscar por «La última película», fallecía ayer a los 82 años
AP El director y guionista Peter Bogdanovic­h, nominado al Oscar por «La última película», fallecía ayer a los 82 años

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain