Adiós a Nissan: «A la Generalitat le interesaban más los lacitos que los coches»
► Este mes debería cerrarse el traspaso de las tres plantas de la compañía nipona en la Zona Franca de Barcelona a QEV Tecnologies
ElEl cierre de la automovilísticaNissandejóacasi 1.500 personas sin trabajo que han visto con desasosiego como los proyectosindustrialesqueopositaban a quedarse con lo terrenos de laZonaFrancadeBarcelona.Finalmente ha salido seleccionado un proyecto que nace con la intención de reutilizarlastresfábricasdeBarcelona y recolocar a las personas despedidas. El Hub de Descarbonización (D-Hub) quiere reactivar la producción que dejó Nissan y producir vehículos eléctricos y podrían hacerlo a partir del segundo semestre de 2022.
Los ex trabajadores, mientras, reparten culpas entre Gobierno y Generalitat del trágico final de una empresa con muchísima solera. No en vano, en los últimos años se han vistomovimientoscuantomenos,a sus ojos, «extraños».
Este mes, en cualquier caso, será «clave para oficializar el acuerdo», según han dicho los impulsores del proyecto, QEV Technologies. Aparte de revivir las fábricas aseguran que el objetivo es «ir mucho más allá» y convertirse en un revulsivo paralaautomocióneléctricaeinnovadora.
El languidecer de Nissan comenzó allá por 2017, cuando la compañía nipona eliminó un turno de trabajo por la reducción de ventas en el 2017. Al año siguiente la automovilística anunció que dejaba de producirdosmodelosenBarcelona. Y en 2019 la automovilística propuso echar a 600 trabajadores. Estos movimientos de la empresa hicieron que los trabajadores de Nissan temieran el cierre de las plantas de Barcelona.Ysustemoressehicieron realidad.
Los trabajadores se movilizaron en varias ocasiones para evitar el cierre. Hicieron cadenas humanas, cortaron vías como la B23 e incluso realizaron una marcha lenta por la Diagonal.Pero,finalmente,enmayo del 2020, Nissan anunció que cerraría su fabricación en Barcelona. En agosto de ese mismo año, empresa y plantilla firmaban un acuerdo para los despidos. La fábrica de Nissan de la Zona Franca terminó su actividad en diciembre de 2021.
Por aquel entonces, Quim Torra ocupaba la presidencia de la Generalitat. Y tuvo la gran idea de prescindir de la consellera de Empresa, Àngels Chacón, que había negociado el mejor ERE que se recuerda en la historia reciente de Cataluña, por nosersuficientementeafínalacausa. nosersuficientementeafínalacausa. Carlos, un antiguo empleado de la compañía, tiene aquel episodio. «Desde que empezó el procés la política industrial de Cataluña ha sido completamente inexistente. Vieron como Nissan caía poco a poco y no hicieron nada por evitarlo.Lesinteresabamásloslacitosque los coches». De la ex consellera guarda, sin embargo, un buen recuerdo. «La sensación que nos dio es que hizo lo que pudo y, al menos, fue honesta. Nunca vimos a ningún presidente de la Generalitat venir a hablar con nosotros». De hecho, tal y como publicó La Vanguardia, el presidente actual de la Generalitat, Pere Aragonès, se negó a visitar china, cuando una empresa automobilística mostró su interés por los terrenos, por el miedo al qué dirán. David, otro ex trabajador también reprocha al Gobierno su comportamientoenlosúltimostiempos. «Hemos vista como regaban de dinero las plantas de Airbus por toda España pero nada para Nissan, que alguien me lo explique», señala.
Así las cosas, al margen de rumores sobre la posible instalación de una fábrica de tanques, la empresa catalana QEV Technologies parece destinada a quedarse con los terrenos. Pero QEV es solo la punta del iceberg,yaquesuofertacomprende lacreacióndeunhubdeelectromovilidad. Su propuesta asegura el futuro de las tres fábricas que deja Nissan, con la intención de producir más de 100.000 vehículos al año antes del 2025, y crear más de 4.000 empleos directos y cerca de 10.000 puestos de trabajo indirectos. Para ello, prevé aglutinar múltiples iniciativas propias y de terceros, pero gestionadas bajo una misma organización que lo englobe todo.
Así las cosas, han puesto sobre la mesa una primera propuesta de 7,5 millones de euros. El «hub de descarbonización», D-Hub, como lo han llamado, que comprende, por ejemplo, para la gestión de infraestructuras,alaenergéticafranco-belga Engie, al grupo de servicios Ilunion (de la obra social ONCE) y al grupo centrado en servicios logísticos Ágora Invest (Tradisa), además de«ungrupoespecializadoen grandes infraestructuras y en desarrollo inmobiliario y con una amplia capacidad de inversión», según explicaron.
En el ámbito de la micromovilidad, han entrado a formar parte del D-Hublosproyectosindustrialesde Muving (Vela Mobility) y The E-Miles Company. Y en el área tecnológica, el Centro CIM, perteneciente a la UPC, y Eurecat (Battech).
Pero QEV también ha anunciado que otra pata de la reindustrialización de Nissan será una «joint venture» con la también catalana BTECH y la norteamericana Ronn Motor. En este caso para desarrollar productos eléctricos para vehículos industriales y de última milla, así como de plataformas eléctricas para buses y camiones pequeños. Cadaunadelasempresasfabricaría bajo su propia marca.
En el caso de Silence, otra de las empresasdelhub,laempresacatalana apostaría por quedarse solo con los terrenos de Montcada i Reixac para construir motocicletas y ciclomotores y «posiblemente» también cuatriciclos eléctricos. Este proyecto, que apostaría por implantar un sistema de producción integral, podría cubrir 200 puestos de trabajo de inicio y 350, a largo plazo.
«El Gobierno ha regado de dinero a Airbus mientras que a Nissan no ha llegado nada»