Mercadona versus farmacias
Opinión Juan Ramón Rallo
LaLa disponibilidad de tests de antígenos es fundamental para poder contrarrestarla pandemia: si todos controlamos de manera regular nuestro estado de salud y nos autoaislamos en caso de dar positivo por Covid-19, entonces la propagación del virus resultará mucho más complicada. Ahora bien, para que esta estrategia resulte funcional, los autotests no solo han de estar disponibles, sino estarlo aun precio asequible como para no desincentivar su uso. Actualmente, los altos precios de estos tests de antígenos–que ronda n los 6 euros la unidad– son una carga excesiva para la mayoría de familias, así que deberíamos tratar de buscar alternativas para abaratarlos.
Nuestro Gobierno, como siempre, apuesta por la medida más sencilla: fijar precios máximos. Pero si los altos precios de los test sen España no se deben a altos márgenes de beneficios,regular los precios solo llevará a que menos distribuidores estén dispuestos a adquirirlos y a colocarlos en el mercado (salvo que el precio máximo establecido siga siendo lo suficientemente elevado como para dejar un margen de beneficios suficiente). De hecho, si el Ejecutivo considera que los tests están caros porque los vendedores se están forrando, sería más sencillo que comenzara permitiendo una elevada competencia en su distribución: actualmente, en España solo las oficinas de farmacia están autorizadas a distribuirlos, una absurda limitación a la competencia que facilita su «cartelización» y el alza de sus precios.
En nuestro vecino Portugal, por ejemplo, los autotests pueden adquirirse en los supermercados: sin ir más lejos, Mercadona –empresa española con comercios en Portugal– los está ofertando a los consumidores lusos a 2,1 euros la unidad, tres veces menos que en nuestro país. ¿Por qué Mercadona no hace lo propio en su tierra natal? Pues porque está prohibido.
Comencemos ampliando la libertad de mercado: la competencia comprimirá márgenes si es que existen. Solo después, si eso no funcionara, cabría plantearse si conviene tomar otras medidas intervencionistas pero, en todo caso, más lógicas que las que pretende establecer Sánchez: o limitar el margen de beneficios (como hace Portugal) o subsidiar parte de los tests( como hace Alemania ). Pero primero probemos con la libertad.