Un recurso para salvar a Nole
► Los abogados de Djokovic asumen la deportación, aunque confían en que la apelación le permita competir
Novk Djokovic conoció ayer el cuadro para intentar el asalto a su décimo Open de Australia. Lo hizo mientras afrontaba su cuarta sesión de entrenamiento en el Melbourne Park, el escenario en el que el lunes arrancará, pase lo que pase con el serbio, el primer Grande del curso.
Con el número uno del mundo dando palos en la pista, su equipo jurídico ya estaba pensando en lo que va a suceder en las próximas horas. Para el entorno del serbio es cuestión de horas que el ministro de Inmigración, Alex Hawke, anuncie la deportación de Djokovic. Sus abogados ya tienen previsto un recurso de apelación, según los medios australianos, para que sea aprobado antes del domingo y de esta forma poder competir.
Y es que el primer ministro australiano, Scott Morrison, íntimo amigo de Hawke, ha sugerido que Djokovic será deportado a menos que pueda demostrar una exención médica que le permita no vacunarse contra la covid-19.
Morrison aseguró que esperaba que las autoridades «implementaran la política del gobierno» de permitir solo la entrada en Australia a personas completamente vacunadas o con exenciones médicas. Morrison insistió en que las personas que llegan al país deben tener la doble vacuna para poder acceder a Australia.
Preguntado por si los no residentes que no tienen la doble vacunación son un riesgo para la salud pública, Morrison evitó nombrar a Djokovic: «Todo lo que diré simplemente es la razón que tenemos desde el 15 de diciembre, en la que los titulares de visados totalmente vacunados podían viajar a Australia sin necesidad de solicitar una exención de viaje. Ese individuo tiene que demostrar que está doblemente doblemente vacunado o debe proporcionar una prueba aceptable de que no puede vacunarse por razones médicas.
Ésa es la política y no ha cambiado. Por supuesto esperamos que las autoridades apliquen la política del gobierno cuando se trata de esos asuntos», insistió.
Djokovic admitió que había cometido «errores humanos» al rellenar los documentos para entrar a Australia y acudir a una entrevista con «L’Equipe» tras conocer su positivo por la covid-19. Ahora se enfrenta a una posible pena de hasta cinco años de cárcel por proporcionar datos falsos.
Morrison quiso dejar claro que el hecho de obtener un visado no garantizaba que se cumplieran todas las condiciones para entrar en el país: «Es posible que hayan adquirido un visado recientemente, es posible que hayan adquirido un visado hace algún tiempo y estén regresando ahora, cuando algunos de estos problemas no existían en ese momento. Por eso es importante distinguir entre el visado y la condición para atravesar la frontera. No son una misma cosa y a menudo se confunden y no debería ser así».
«Si no eres ciudadano o residente, entonces se aplican las normas sanitarias que tenemos para proteger nuestras fronteras. Y nuestras políticas de protección de las fronteras han sido fundamentales para los logros del gobierno en lo que respecta al covid-19 y los logros de Australia en general al tener una de las tasas de mortalidad más bajas», continuó Morrison.
Djokovic recibió un visado el 18 de noviembre y llegó a Melbourne el 5 de enero con una exención aprobada por el jefe médico de Tennis Australia y un panel de expertos independientes del gobierno de Victoria. Sin embargo, cuando llegó a Australia, el serbio fue retenido en la frontera y su visado cancelado por las autoridades, alegando que una reciente infección por covid-19 no era suficiente para una exención de los estrictos requisitos de vacunación de Australia.
El serbio recurrió a los tribunales, que le dieron la razón y restablecieron su visado, aunque no acabaron ahí sus problemas. El tenista está pendiente de la inminente decisión del ministro de Inmigración, Alex Hawke.