Confirman que el virus Epstein-Barr causa esclerosis múltiple
► Un nuevo estudio que ha monitorizado a más de diez millones de personas durante 20 años avala esta relación
Un nuevo análisis de datos de reclutas militares estadounidenses sugiere que la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad considerada de causa desconocida, es, en realidad, una complicación de la infección por el virus de EpsteinBarr (VEB), responsable de la mononucleosis, también conocida como enfermedad del beso.
La esclerosis múltiple es una enfermedad desmielinizante crónica del sistema nervioso central. Aunque, com decíamos, su causa subyacente no se conoce, se cree que el virus de Epstein-Barr es un posible culpable. Sin embargo, la mayoría de las personas infectadas con este virus común no desarrollan esclerosis múltiple, y no es factible demostrar directamente la causalidad de esta enfermedad en humanos. Hasta ahora.
Y es que un macroestudio, publicado en «Science», prueba esta hipótesis. Así lo demuestran Kjetil Bjornevik y su equipo, quienes, utilizando datos de más de diez millones de reclutas militares de los Estados Unidos monitorizados durante un período de 20 años, (955 de los cuales fueron diagnosticados con EM durante su servicio), encontraron que el riesgo de desarrollar EM en individuos que eran negativos para el virus aumentó en 32 veces después de la infección por el mismo.
«Estos hallazgos», dicen los autores, «no pueden explicarse por ningún factor de riesgo conocido y sugieren que el VEB es la principal causa de EM». Además, señalan que uno de los tratamientos más efectivos para la EM son los anticuerpos monoclonales anti-CD20. Dirigirse directamente al virus de Epstein-Barr podría tener grandes ventajas en comparación con las terapias anti-CD20, dicen, que deben deben administrarse por infusión intravenosa y pueden aumentar el riesgo de infecciones.
«Sabemos desde hace mucho tiempo que el virus de Epstein Barr está relacionado con la esclerosis múltiple. De hecho, creemos que es un factor desencadenante. Y ha habido siempre muchos estudios sobre eso, pero no era una relación tan fuerte. Este artículo es importante porque se demuestra claramente que hay una relación de este virus y la esclerosis múltiple, pero hay que tomarlo con cautela porque no es el único factor», indica Celia Oreja-Guevara, jefe de Sección de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid.
«De hecho, muchos, muchos jóvenes, tienen la enfermedad del beso, como se llama, producida por el virus de Epstein-Barr, pero no todos esos estudiantes desarrollan EM, con lo cual, aparte de este factor –que nosotros ya conocíamos y desde hace mucho tiempo– tiene que haber otros como una predisposición genética, quizás obesidad, tabaco y otras cosas que desconocemos –continúa la experta–. De hecho el estudio también dice que las personas que han tenido el virus de Epstein-Barr no tienen por qué desarrollar la esclerosis múltiple».
Probar esta relación tan fuerte es bueno, además, de cara a desarrollar tratamientos frente a la enfermedad, e incluso una posible vacuna. «Se lleva mucho tiempo buscando una inmunización de este virus y es verdad que si hubiera una vacuna contra el EpsteinBarr la enfermedad causada por él se reduciría mucho y, por tanto, también el riesgo de tener una esclerosis múltiple», explica OrejaGuevara.
La esclerosis múltiple, es una enfermedad crónica, autoinmune, inflamatoria y degenerativa del sistema nervioso central y supone la primera causa de discapacidad no traumática en adultos jóvenes, ya que se trata de una enfermedad que provoca discapacidad física y cognitiva, así como un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes, cuyos primeros síntomas suele comenzar en personas en torno a los 25-30 años.
Según estimaciones de la Sociedad España de Neurología, cada año se producen más de 1.900 nuevos casos de esclerosis múltiple en España, puesto que es una enfermedad que ya registra una incidencia de 4,2 nuevos casos anuales por 100.000 habitantes. España es por lo tanto un país con una prevalencia e incidencia de la enfermedad media-alta.