Nadal promete y Alcaraz asusta
► Rafa tuvo un debut apacible en Melbourne y el del murciano resultó impactante
No se trata de comparar, pero la mención es inevitable. En su segunda comparecencia en el Open de Australia Carlos Alcaraz recuerda al primer Nadal. El murciano, después de alcanzar la segunda ronda en 2021 y completar su primera gran temporada, ha vivido un cambio físico «muy bestia», según su propia definición. Su imponente brazo, la camiseta sin mangas y cómo se presento en el Melbourne Park en su primer partido del curso... Barrió (6-2, 6-2 y 6-3) al chileno Tabilo como el cabeza de serie que es y como si llevara toda la vida compitiendo en el primer Grand Slam del año. Lo que lleva haciendo Rafa casi siempre y volvió a repetir pocas horas después ante Marcos Giron. El estadounidense y su juego inofensivo «ayudaron» a que el zurdo viviera un arranque sin sobresaltos. Nadal se impuso con autoridad (6-1, 6-4 y 6-2 en una hora y 50 minutos) y no se saltó una línea el guión. Es más, todo resultó incluso más apacible de lo que preveía. Pudo pelotear, coger temperatura, rodarse para lo que viene. Demostró fluidez con el servicio, la derecha corrió, exhibió buenas piernas... un principio que ratificó el título que levantó hace ocho días en la misma pista en el torneo 250 de Melbourne.
«Tengo que perdonarme los fallos porque los va a haber por la situación en la que llego», comentó luego y recordó que «hace un mes y medio no sabía si volvería a jugar a tenis a nivel profesional debido a varios factores, incluyendo los problemas que he tenido en el pie y la covid-19».
A Rafa le espera en segunda ronda Yannick Hanfmann, una raqueta procedente de la previa que se cargó al australiano Kokkinakis, reciente ganador en Adelaida. El único precedente entre el español y el alemán fue en Roland Garros 2019 y Nadal cedió seis juegos.
El segundo capítulo para Alcaraz será más exigente. Le espera el serbio Dusan Lajovic, uno de los compatriotas de Djokovic que clama venganza por lo sucedido con el número uno. El balcánico de 31 años es el número 39 del mundo, llegó a estar en el top 25 y es entrenado por José Perlas. El año pasado hizo cuarta ronda. A Alcaraz, que aprovechó la pretemporada después de superar el covid para sacarse el carnet de conducir y mejorar su inglés, el rival no le importa demasiado. «Noto que me miran con más respeto», comenta. Su presencia por la parte del cuadro por la que iba Djokovic le permite mirar más allá del día a día: «Miro el cuadro y me gusta soñar, a ver quién puedo tener en rondas finales, pero esto es un Grand Slam y aquí todo el mundo juega a un alto nivel. Todos son buenos».
También accedieron a segunda ronda Pablo Carreño, Pedro Martínez, Sara Sorribes, Paula Badosa y Nuria Párrizas.
El zurdo estuvo cómodo con el servicio, le corrió la derecha y se le notó fresco de piernas
Alcaraz físico «muy y su bestia», cambio como él dice, fueron una de las imágenes del estreno