La Razón (Cataluña)

Funcionari­os que cobran sin trabajar: pugna en el Parlament

► Borràs y la Mesa negociarán suprimir las prejubilac­iones doradas a empleados que ingresan el sueldo entre los 60 y los 65

- Cristina Rubio.

El año político ha empezado en Cataluña con un fuerte escándalo interno en el Parlament: la polémica ha estallado a cuenta de un controvert­ido artículo del reglamento –llamado licencia de edad– que permite a los funcionari­os cobrar su sueldo íntegro hasta los 65 años sin necesidad de ir a trabajar en el último lustro. Un suerte de prejubilac­ión de lujo y a la carta, única en la administra­ción pública, y que cuesta a los catalanes hasta 1,7 millones de euros al año para sufragar los salarios de 21 empleados ya prejubilad­os. Después de salir a la luz y tras un intento de fallido de salvar los muebles, la cámara rectificar­á por obligación y negociará para eliminar esta paga a lo largo de 2022. Eso sí, su extinción ni será inmediata ni retroactiv­a.

El escándalo se ha hecho públinach co esta semana tras una informació­n avanzada por el diario «Ara» sobre la existencia de las ya famosas licencias de edad, una cláusula que el Parlament habilitó en 2008 bajo la presidenci­a de Ernest Be(ERC) Be(ERC) y que ha mantenido a lo largo de 13 años.

Y es que a día de hoy, la cámara gasta 1,7 millones de euros anuales en sueldos a empleados públicos que no trabajan entre los 60 y los 65 años: en la franja más alta hay dos ex letrados que cobran casi 11.000 euros al mes y dos ex jefes de departamen­to que se embolsan casi 9.000 euros, mientras que en el otro lado de la balanza están dos telefonist­as y cinco ujieres auxiliares con 3.800 euros de salario mensual. O, lo que es lo mismo, 21 nóminas de entre 56.000 y 140.000 euros al año sin trabajar, una cifra que en algún caso es superior a lo que perciben los consellers del Govern y que se acerca al sueldo del presidente de la Generalita­t.

Tras estas revelacion­es, la propia presidenta de la cámara, Laura Borràs (Junts), salió al paso, confirmó la informació­n y aseguró haber revertido estos privilegio­s a finales del año pasado y por órdenes expresas tras llegar al cargo. Sin embargo, la letra pequeña de la modificaci­ón que defendió Borràs no implica grandes cambios de fondo ni acaba con las prejubilac­iones de lujo: la Mesa acordó el 21 de diciembre una reforma con la que los funcionari­os del Parlament podían cobrar sin trabajar tres años anteriores a jubilarse en lugar de cinco, como constaba desde 2008.

Con este pacto, suscrito por todos los partidos de la Mesa, el régimen especial se mantenía cinco años, pero solo en los últimos tres antes de jubilarse los funcionari­os podían dejar de trabajar: en los dos primeros, podían reducir su jornada en un tercio o la mitad, y cuando al llegar al tercero podían decidir seguir trabajando en esas condicione­s o acogerse a la exención. El porcentaje del sueldo total a cobrar de este régimen especial depende de los años de servicio prestados, pero es posible cobrar el 100% del mismo si el funcionari­o ha trabajado durante 29 años.

Y ayer, con Borràs y el Parlament en el ojo del huracán por una reforma mínima –y con ERC descolgánd­ose a la primera y pidiendo una rectificac­ión–, la Mesa reculó a la fuerza y acordó por unanimidad negociar para eliminar el régimen especial que permite a funcionari­os de la Cámara seguir cobrando pese a no trabajar. Unas licencias de edad suscritas pero modificada­s hace menos de un mes –el 21 de diciembre–, que ahora se buscan extinguir del todo tras la polémica levantada y con los partidos argumentan­do que en la última reunión del año pasado no se entró al detalle ni tenían suficiente informació­n, un dardo velado a Junts.

A partir de ahora, el órgano rector del Parlament tiene que negociar y buscar un nuevo pacto con los trabajador­es, entre los que hay 21 funcionari­os acogidos a estas licencias de edad, para suprimirla­s. Por tanto, ni será inmediato ni tendrá efectos retroactiv­os, por lo que las personas acogidas a este régimen especial continuará­n estándolo. La segunda carpeta por abrir es qué hacer con aquellos que ya las han pedido.

Al año, la Cámara gasta hasta 1,7 millones en 21 salarios suscritos a las licencias de edad

El órgano rector deberá negociar con los trabajador­es y la reforma no será retroactiv­a

 ?? EFE ?? La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ayer antes de la tensa reunión de la Mesa
EFE La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ayer antes de la tensa reunión de la Mesa

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